Un paipanicidio llamado doble
calzada
Por Rafael Prieto Zartha
Tras recibir el país cercenado de un
tajo por la pérdida de Panamá y en la situación económica más tenebrosa de la
historia, ocasionada por la Guerra de los Mil Días, que dejó a Colombia
convertida en un despojo, el general Rafael Reyes Prieto, siendo presidente,
transformó en un año y medio el camino real, que iba desde Bogotá a Santa Rosa
de Viterbo, en una carretera apta para vehículos.
El 17 de enero de 2009, Reyes
Prieto, recorrió los 230 kilómetros, de la capital a su tierra natal. Ese día
el automóvil presidencial pasó por Paipa, manejado por un conductor de
ascendencia paipana y uno de los primeros colombianos que aprendió a operar un
auto, Luis Alejandro La Rotta.
Cinco décadas después de la
construcción de la primera carretera que existió en Colombia, el general
Gustavo Rojas Pinilla, hizo que se ampliara y pavimentara esa vía en menos de
los cuatro años que estuvo en el poder.
Han pasado casi 12 años de los dos
gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y el actual de Juan Manuel Santos, sin que se
termine la doble calzada de Briceño a Sogamoso, tras gastar millones de
dólares.
Una promesa incumplida
El macroproyecto de la doble calzada
se anunció con bombos y platillos el 20 de abril de 1998, en el Hotel Sochagota
de Paipa, y consideraba una variante que no partiera en dos a la Capital
Turística de Boyacá.
“La variante de Paipa contempla,
además, la construcción de dos túneles, uno de 1.260 metros, posterior al cruce
en cercanías a Termopaipa y un túnel de 500 metros en cercanías a la población
de Tibasosa en donde empalma con la vía existente”, reportó el diario El
Tiempo, un día después del encuentro.
En el artículo se detallaron los
terrenos que se afectarían: en la “calzada que discurre paralela a la actual
vía entre el cruce de Cómbita y Termopaipa, 932 predios, y la variante de
Paipa, 159 predios con una área total afectada de 370 hectáreas”.
Además, la nota constató el
presupuesto que se asignaría para la compra de las propiedades por donde
pasaría la vía: “143 mil millones de pesos” de la época.
El lanzamiento en Paipa del proyecto
se hizo en la administración de Ernesto Samper. Meses después, en agosto de
1998, asumió Andrés Pastrana, que respecto a la doble calzada, bautizada como
BTS, no hizo nada.
El calvario con Solarte y Solarte
La presidencia de Uribe Vélez, firmó
la concesión de la construcción de
la doble calzada a la firma pastusa de Solarte y Solarte, el 23 de septiembre
de 2002, con la proyección de que el concesionario lograra 1.2 billones de pesos de ingresos y la duración de la
concesión fuera de 20 años.
Posteriormente, se redujeron las
obligaciones para el concesionario y parte de las obras a ejecutar, pero se
definieron multimillonarios aportes de la nación para la firma nariñense hasta
2014 y se amplió el usufructo de la obra para Solarte y Solarte por 30 años y
sus ganancias a 1.8 billones de pesos, tal como consta en un pliego de 15
folios firmado el 23 de febrero de 2010 por el gobierno nacional y Luis Héctor
Solarte.
Premiando la ineficiencia de Solarte
y Solarte en la terminación de la doble calzada a Sogamoso, el gobierno le ha
otorgado más contratos, al punto que la empresa controla el 12 por ciento de
las concesiones del país.
Respecto a Paipa, Solarte y Solarte,
se pasó por la faja los reclamos de la ciudadanía paipana de la variante.
La desfachatez de los presidentes
El expresidente Uribe, que se ufanó
de haber activado el cambio de la “carreterita” por la doble calzada, en un
contacto con Radio La Paz, de Paipa, y que se retransmitió en el programa Mesa
Redonda Internacional, ignoró en su aseveración que su administración fue
cómplice junto con Solarte y Solarte para partir al municipio en dos, porque
excluyeron la variante paipana de su proyecto mezquino con Boyacá.
El presidente Juan Manuel Santos
también ha sido un incumplido con Boyacá y principalmente con Paipa y Sogamoso.
En mayo de 2010, trajeado con medias blancas y pantalón oscuro, el entonces
candidato Santos se comprometió a construir la variante de Paipa y llevar la
doble calzada a la Ciudad del Sol y del Acero.
Lo dijo en el programa de la
televisión tunjana, En Directo con Margarita: “La llamada BTS vamos a llevarla
a Sogamoso… vamos a hacer la variante a Paipa y a Duitama”.
Pásela por inocentes
Pero, el “vacile” para los
boyacenses y los paipanos, tal como lo mencionó la periodista Margarita
Velásquez, durante el programa, ha continuado. El viceministro de
Infraestructura, Javier Hernández, no se ha enterado de la promesa hecha por su
presidente, pues en las declaraciones a los medios de comunicación ratificó que
la variante no está contemplada, pero no ha hecho nada para que Santos no quede
como un mentiroso ante los boyacenses, dos años después de asumir el poder.
Las palabras de Hernández se dieron
durante su visita a Paipa, el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, en el
auditorio Pablo Solano, después de que la comunidad paipana se encabritara, obstruyendo la vía
entre Bogotá y Sogamoso.
El acto de desobediencia civil,
realizado el 20 de diciembre pasado, culminó con una acción del Escuadrón Móvil
Antidisturbios de la Policía, en la que repartió bolillo y gases lacrimógenos a
un grupo de inermes manifestantes.
La protesta, en la que se enarboló
la bandera bermeja y sinople de Paipa, surgió después de que la maquinaria
pesada comenzó a trabajar en inmediaciones del barrio San Miguel, y tras la
firma de un aval para partir el municipio en dos por parte de la alcaldesa Luz
Amanda Camargo Vargas, el gobierno nacional y el concesionario Solarte y
Solarte, el 17 de agosto.
Qué es una doble calzada
Lo de la alcaldesa es de Ripley,
insólito. Ella sostiene que tomó la decisión adecuada al conformarse con la construcción
de dos glorietas en los dos puntos claves de la vialidad paipana, la salida
hacia Tunja y la salida a Duitama, en el marco de una doble calzada.
Las dobles calzadas, o autopistas de
alta velocidad, se diseñaron para que los vehículos se desplacen sin
interrupción. Las primeras vías de este tipo se construyeron a principios y
mediados del siglo 20, en Estados Unidos, Alemania e Italia.
Yo llevo 34 años de estar radicado
en Estados Unidos y no me he encontrado nunca con una glorieta en una autopista
interestatal. Si he manejado donde hay glorietas, pero en las calles de las
ciudades, como en Washington DC, donde hay una glorieta en Dupont Circle, donde
queda la Embajada de Colombia.
Pero las autopistas no están para
ubicar negocios en la inmediatez de las rutas, como ventas de almojábanas, o
para cruzarlas a pie, o con las vacas, los marranos y las ovejas. Se idearon
para que los carros vayan en una sola dirección a alta velocidad y por lo tanto
no hagan reversas en los trayectos, sino únicamente en las salidas para
efectuar retornos.
Dos glorietas sin gloria
Firmar un documento en el que se
admite la partición del municipio en dos, usando glorietas, sin exigir, en el
recorrido de la vía la instalación de puentes peatonales y semáforos es infame.
Irresponsable de parte de Solarte y
Solarte, que no haya tenido para ese momento, un proyecto alternativo para
garantizar la seguridad de los paipanos. ¡La firma lleva casi 12 años a cargo
del proyecto inconcluso de la BTS!
Ya van nueve muertos en el área de
Paipa, y las manos de los firmantes del acuerdo de las glorietas estarán
manchadas de sangre, cuando comience el rosario de víctimas.
Increíble, que la firma pastusa
tenga el descaro de meterse en el bolsillo los aportes que le da el gobierno y
la plata que recibe en los peajes, pero que sea tan miserable como para no
garantizar que su obra no se convierta en un paso de la muerte.
Espantoso que Solarte y Solarte no
se meta la mano al dril para realizar una amplia campaña educativa sobre las
implicaciones de la autopista para los peatones, y que los gobiernos nacional y
local sean compinches de empresarios irresponsables de cuello blanco.
Por cierto, que el acta del 17 de
agosto es un galimatías que debería ser evaluado por la Procuraduría y también
por la Academia Colombiana de la Lengua, porque en su elaboración se cometen
horrores de ortografía, sintaxis y concatenación de ideas.
Para nada ese documento esboza las
características de un acuerdo entre varias partes, que tenga una descripción
clara de los compromisos que adquieren los firmantes. Alguien tiene que indagar
si semejante bodrio tiene alguna validez jurídica y si se puede echar abajo una
decisión tan insensata.
La alcaldesa dijo que “no le habían
dado gato por liebre”, a lo mejor no, pero sin la menor duda si le metieron
“rata por cuy”.
La alcaldesa Amanda, responsable de
este "paipanicidio", no resuelve el problema tomándose una foto con Roberto
Pombo, director general de El Tiempo, y menos firmando la Declaración de
Chapultepec, que no entiende y no practica cuando se le solicita una
entrevista.
Desde hace meses hemos pedido tener
un diálogo con la alcaldesa en el programa de radio, Mesa Redonda
Internacional, sin que haya pasado nada.
Me temo que solo entenderá la metida
de pata que cometió, cuando comience a enviar coronas fúnebres por las víctimas
fatales de doble calzada, incluyendo las que ocurrirán en el paso de la calle
que va del centro de Paipa a su vereda de Toibita.