La
purga de votantes
Por
Rafael Prieto Zartha
La
División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia ha tenido que tirarle
las orejas al estado de la Florida para intentar frenar una preocupante purga
de votantes de su padrón electoral, que eventualmente negaría la participación
de electores legítimos, especialmente hispanos, en los comicios de 2012.
El gobierno federal hizo
la advertencia que el proceso de cotejar los listados del Departamento de
Seguridad en Carreteras y Vehículos Motorizados (DHSMV) con el Sistema de Registro
de Votantes de Florida (FVRS) para descartar electores podría violar dos leyes
fundamentales: el Acta de Derechos de los Votantes de 1964 y el Acta Nacional
de Registro de Votantes de 1993.
La intranquilidad la
consignó el Departamento de Justicia en una misiva, fechada el pasado 31 de
mayo, que dirigió al secretario de Estado de Florida, Ken Detzner.
La respuesta de las
autoridades floridanas ha sido la de desafiar a los federales y continuar con
el procedimiento de escarbar los listados y decantarlos mediante un cedazo, que
también organizaciones independientes de defensa de los votantes consideran
cuestionable.
El gobierno federal ha
sido tajante en señalar que es ilegal que los padrones electorales sean
depurados 90 días antes de una elección y en el caso de la Florida se están
violando los plazos con los comicios primarios que se realizarán el 14 de
agosto.
No solo eso, sino que
indagaciones realizadas por los diarios Miami Herald de Miami y The Tampa Bay
Times, han mostrado que la purga ha afectado de manera desproporcionada a
sufragantes latinos y votantes demócratas.
Un análisis del Herald
halló, entre una lista de 2,600 votantes potenciales considerados por el estado
como inelegibles, que cerca del 60% eran hispanos.
Los medios han develado
que las autoridades electorales del condado de Miami-Dade, enviaron 1,570
cartas de advertencia a posibles sufragantes irregulares, de los cuales la
tercera parte aclaró de forma expedita su condición de ciudadanos, con derecho
innegable al voto.
Este lío lo inició el
gobernador republicano de Florida, Rick Scott, quien le solicitó al encargado
del sistema electoral estatal Kurt Browning, que depurara las listas para
eliminar a los empadronados que no fueran ciudadanos.
De pronto se proyectó
que 182 mil individuos estarían inscritos irregularmente en el listado de
votantes de la Florida.
La cifra podría
interpretarse como nimia en un universo de alrededor de 12 millones de votantes
floridanos, pero cada voto es preciado en el estado que decidió las elecciones
presidenciales de 2000 por apenas 537 votos, cuando el padrón también fue
purgado.
Aberrante que la actual
administración estatal floridana pretenda menguar el voto hispano con esta
medida truculenta de la purga del listado electoral y más aun cuando los latinos
son apenas 13% del electorado estatal.
Pero, lo de la Florida
no es un caso aislado: los defensores del derecho al voto afirman que a través
del país existe un movimiento dirigido a perjudicar la capacidad de sufragio de
las minorías.
En 32 estados se ha
propuesto legislación para que expidan y se presenten obligatoriamente
identificaciones electorales con foto para sufragar, algo que no ha sido una
tradición nacional.
Los oponentes a los
proyectos sostienen que el objetivo de la normativa es excluir a afroamericanos
e hispanos de los precintos electorales.
Indiscutiblemente, que
cambiar las reglas del juego a última hora es ilegitimo. Sin embargo, para un
inmigrante latinoamericano como yo, es difícil de entender que los
requerimientos para inscripción de votantes y ejercer el derecho al sufragio
sean tan laxos en este país.
Antes de ser ciudadano estadounidense, en las
elecciones de mi país de origen, tenía que presentar la cédula de ciudadanía
colombiana con mi foto y pintar uno de mis dedos con tinta indeleble, para
evitar cualquier asomo de trampa.
Sé que la credencial de
elector de México, que lleva foto, contiene 13 candados de seguridad.
En aras de la
transparencia, para evitar problemas como los de Florida ¿acaso no sería
conveniente aprender de los vecinos latinoamericanos?
No comments:
Post a Comment