Perdidos en detención de este lado del muro
Por Rafael Prieto Zartha
Siempre que toco el tema del rumbo informativo que le están dando a
Univisión mis paisanos colombianos que dirigen la cadena de televisión y
sus componentes de radio e internet recibo andanadas de críticas.
Los reproches que más me inquietan son los de amigos y colegas cercanos
que me reclaman mi supuesta dureza con Isaac Lee y su equipo.
Algunos me han admonizado con el argumento de que soy injusto y que en
lugar de desaprobar su gestión, debería ofrecer alternativas de cobertura.
Creo que desde un principio, cuando escribí la columna “La
colombianización de Univisión" fui claro en recomendarle a Lee y Daniel
Coronell que en lugar de mirar hacia Latinoamérica orientaran sus lupas
y telescopios hacia los hispanos de Estados Unidos y que primordialmente
auscultaran el urgente tema migratorio.
Un ejemplo de lo que en mi opinión tendrían que hacer, en vez de buscar
esqueletos de la adolescencia del senador Marco Rubio, lo dio la cadena
PBS, el pasado 18 de octubre, en su programa Frontline, con el informe
denominado “Perdidos en detención”.
“Lost in detention” cuestiona las cifras de deportaciones de
“criminales” de la actual administración del presidente Barack Obama, la
forma como funciona el programa de expulsión de indocumentados
Comunidades Seguras y los abusos sexuales en las cárceles de
inmigrantes, algunas de las cuales son operadas por firmas privadas.
El documental, que se puede ver en el sitio de internet de PBS y fue
presentado por la galardonada periodista María Hinojosa, hace una
disección del actual desbarajustado sistema migratorio que separa
familias y le amarga la vida a millones de inmigrantes hispanos
radicados en el país
Los inmigrantes encadenados, la prisión imponente y el avión que parte
en el cielo cargado de “indeseables” son lamparazos para las entendederas.
El trabajo de “Perdidos en detención” fue lanzado junto con un
informe del Instituto Warren de la Escuela de Leyes de la Universidad de
California en Berkeley, que vuelve añicos la afirmación de los
funcionarios de Inmigración de que están deportando -en su mayoría- a
“lo peor de lo peor”.
Otra tarea que podría funcionar para los investigadores de Univisión
sería hacer un perfil del activista John Tanton y su influencia en el
movimiento antiinmigrante, dado que es el titiritero detrás de las
organizaciones que se oponen a la legalización de los indocumentados:
Federación Americana para la Reforma de Inmigración (FAIR), Centro de
Estudios de Inmigración (CIS) y NumbersUSA.
Igualmente sería interesante desenmarañar la madeja de como los
antiinmigrantes están produciendo las leyes estatales tipo Arizona como
enlatados para repartirlas en los 50 estados.
También está el caso del empresario Art Pope, que financió las campañas de
candidatos antiinmigrantes en las elecciones del año pasado, haciendo
que la Legislatura de Carolina del Norte pasara a manos republicanas,
después de haber estado en control de los demócratas durante más de un
siglo.
O está el desglose de las donaciones que las empresas privadas que
administran las cárceles de inmigración le han hecho a los políticos que
promueven el encarcelamiento de los indocumentados.
Esos son algunos de los tópicos que se podrían tratar de este lado del
muro que algunos de los candidatos republicanos apoyan que se construya
a todo lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Estoy seguro que si la obra se realiza los primeros beneficiados serán
los obreros hispanos, especialmente los mexicanos, que han estado
construyendo y reconstruyendo el país durante las últimas dos décadas.
Si esa es la solución para que dejen a los indocumentados tranquilos y
se realice una reforma migratoria amplia, bienvenida sea la propuesta de
la candidata del Partido del Té, Michele Bachmann, a quien Univisión
también podría dedicar una investigación.