Tacos de carnitas para aplacar a los antiinmigrantes
Por Rafael Prieto Zartha
Al alcalde de la localidad de East Haven, en el estado de Connecticut, los hispanos de esa ciudad le obsequiaron -en varias entregas- más de dos mil sabrosos tacos, después de que el funcionario se expresó con desdén a preguntas de un periodista sobre asuntos delicados relacionados con la comunidad latina.
En una entrevista con la estación local WIPX, el alcalde, Joseph Maturo, le dijo al reportero Mario Díaz, que “tal vez comería tacos”, tras la indagación sobre que haría por la comunidad latina debido al arresto de cuatro policías de la ciudad a los que las autoridades federales les atribuyen como actividad consuetudinaria: hostigar a los hispanos.
A los cuatro agentes detenidos se le apoda con el mote de los ““Miller Boys” y el pliego de cargos en su contra incluye acciones como golpear a los hispanos arrestados, mientras permanecían esposados con las manos en la espalda, abusar de su autoridad y obstruir la justicia.
No obstante, Maturo cerró filas a favor de los policías, señalando que no eran culpables hasta que se comprobara lo contrario y trató con soberbia al reportero.
El video le dio la vuelta al país, la organización Reforma Migratoria Pro América promovió la taquiza y una campaña de mensajes por las redes sociales y al alcalde le tocó recular.
Mauro ya ofreció disculpas, lo cual le indica a los hispanos de todo el país, que para ser respetados no se deben quedar callados cuando haya acciones desobligantes en su contra sino actuar pacífica y cívicamente.
Una de las pocas personalidades políticas de Connecticut, que ha respaldado al alcalde ha sido, Jerry Labriola, presidente del Partido Republicano de ese estado.
Infortunadamente, un mal que aqueja a muchos políticos es la soberbia y el embuste.
Varios ejemplos se vieron en el debate del pasado 26 de enero, entre los candidatos republicanos, en el que el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, regañó al expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, por haberlo llamado antiinmigrante en un anuncio político pagado.
Gingrich retiró la propaganda del aire después de que el senador cubanoamericano, Marco Rubio dijo que el lenguaje del comercial era “impreciso” e ““inflamatorio”.
Yo le preguntó al senador Rubio: ¿de qué otra manera se puede definir a Romney?, quien no ofrece otra solución para los 11 millones de indocumentados que la “autodeportación” y se olvida que sus antepasados se refugiaron en México, cuando el gobierno federal determinó que la poligamia era ilegal.
Pero Romney también tuvo “amnesia” cuando se le preguntó si él había aprobado un comercial en el que se aseveraba que Gingrich había dicho que el español era “el idioma del gueto”.
“Dudo que sea mi aviso”, dijo Romney, a la audiencia, para que pocos minutos después se comprobara que el anuncio había sido aprobado por él y en perfecto español.
Acerca del asunto del “idioma del gueto”, Gingrich, también falso, se excusó diciendo que lo que él quiere es que el inglés sea el idioma oficial del país, pero cuando habló en marzo de 2007, antes del debate migratorio en el Capitolio, no creo que se hubiera referido a una nueva lengua para la colonia que quiere establecer en la Luna.
Los que sí han estado claros son los de la organización Presente, que realizaron una protesta contra senador Rubio, por sus posturas antiinmigrantes, con el lema de: “No somos rubios”, durante la Conferencia de la Red de Liderazgo Hispano (HLN) en Miami.
Rubio también reculó, reconociendo que en el debate migratorio, individuos del movimiento conservador, al que él pertenece, han utilizado “una retórica que es dura e intolerable” y que era “inexcusable” que él mismo no la haya condenado rápidamente.
Moraleja: Para aterrizar a los antiinmigrantes de las burbujas en que viven, se requiere confrontarlos con la verdad, enviarles tacos cuando amerita, y denunciar sus posiciones extremas con ingenio. Así se avergüenzan y reculan.
BITACORA
BITACORA
Monday, January 30, 2012
Tuesday, January 24, 2012
De la mano del coraje de los valientes soñadores
Por Rafael Prieto Zartha
En el invierno de 2010, cuando estaba por despuntar el aciago año de 2011, expresé públicamente un deseo: que los soñadores asumieran el liderazgo de la ingrata lucha por la legalización de los indocumentados.
Para fortuna de los 11 millones de inermes inmigrantes, los muchachos hicieron realidad mi sueño.
En 2012, ya los jóvenes nuevamente están a la vanguardia.
En la Florida, le han convertido en un yogur las presentaciones a congresistas, como Mario Díaz-Balart, que le dio su respaldo al precandidato republicano, Mitt Romney, quien ha dicho que se opone a la legalización de los estudiantes indocumentados.
Y al propio Romney se le apareció en Nueva York la soñadora, nacida en Perú, Lucy Allain, quien confrontó al aspirante presidencial millonario con la pregunta obligada del Dream Act.
La respuesta ha sido ampliamente difundida por los medios de comunicación: un seco retiro de la mano del candidato que dice “creer en nosotros”.
Allain fue víctima de una lluvia de insultos de los partidarios del exgobernador de Massachusetts, quienes revelando su ignorancia supina, le sugirieron, siguiendo el esquema del estereotipo, que se regresara a México, país donde se refugió el bisabuelo del candidato y donde también nació su padre.
Yo espero que la vida me haga el milagro de ver a los “dreamers” realizando una manifestación masiva en la ciudad donde radico, Charlotte, Carolina del Norte, durante la Convención Nacional Demócrata, en septiembre.
En la demostración tendrían que recordarle al presidente Barack Obama, que su promesa de una reforma migratoria integral no se ha cumplido y que tiene que hacerla realidad si resulta reelegido.
Lo mismo, quisiera ver a los soñadores en Tampa, en los días de la convención republicana, cantándole las verdades a Romney o al expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
Gingrich me dijo en Rock Hill, que la solución para el problema migratorio era un programa de trabajadores huéspedes, después de haber afirmado con vehemencia que una de sus primeras decisiones, de llegar a ser presidente, era suspender la demanda del Departamento de Justicia contra el estado de Carolina del Sur, por la ley SB20, que permitiría el arresto de “sospechosos” de ser indocumentados y que aún sin estar vigente totalmente ha causado estragos entre la población inmigrante.
Yo sueño con que los soñadores movilicen a los votantes hispanos en noviembre, para que los sueños de todos, por fin se hagan realidad.
Por Rafael Prieto Zartha
En el invierno de 2010, cuando estaba por despuntar el aciago año de 2011, expresé públicamente un deseo: que los soñadores asumieran el liderazgo de la ingrata lucha por la legalización de los indocumentados.
Para fortuna de los 11 millones de inermes inmigrantes, los muchachos hicieron realidad mi sueño.
En 2012, ya los jóvenes nuevamente están a la vanguardia.
En la Florida, le han convertido en un yogur las presentaciones a congresistas, como Mario Díaz-Balart, que le dio su respaldo al precandidato republicano, Mitt Romney, quien ha dicho que se opone a la legalización de los estudiantes indocumentados.
Y al propio Romney se le apareció en Nueva York la soñadora, nacida en Perú, Lucy Allain, quien confrontó al aspirante presidencial millonario con la pregunta obligada del Dream Act.
La respuesta ha sido ampliamente difundida por los medios de comunicación: un seco retiro de la mano del candidato que dice “creer en nosotros”.
Allain fue víctima de una lluvia de insultos de los partidarios del exgobernador de Massachusetts, quienes revelando su ignorancia supina, le sugirieron, siguiendo el esquema del estereotipo, que se regresara a México, país donde se refugió el bisabuelo del candidato y donde también nació su padre.
Yo espero que la vida me haga el milagro de ver a los “dreamers” realizando una manifestación masiva en la ciudad donde radico, Charlotte, Carolina del Norte, durante la Convención Nacional Demócrata, en septiembre.
En la demostración tendrían que recordarle al presidente Barack Obama, que su promesa de una reforma migratoria integral no se ha cumplido y que tiene que hacerla realidad si resulta reelegido.
Lo mismo, quisiera ver a los soñadores en Tampa, en los días de la convención republicana, cantándole las verdades a Romney o al expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
Gingrich me dijo en Rock Hill, que la solución para el problema migratorio era un programa de trabajadores huéspedes, después de haber afirmado con vehemencia que una de sus primeras decisiones, de llegar a ser presidente, era suspender la demanda del Departamento de Justicia contra el estado de Carolina del Sur, por la ley SB20, que permitiría el arresto de “sospechosos” de ser indocumentados y que aún sin estar vigente totalmente ha causado estragos entre la población inmigrante.
Yo sueño con que los soñadores movilicen a los votantes hispanos en noviembre, para que los sueños de todos, por fin se hagan realidad.
Tuesday, January 17, 2012
La puñalada en la espalda de Mitt Romney
Por Rafael Prieto Zartha
Con una sonrisa de comercial de crema dental para saludar a los latinos con una mano y en la otra con un cuchillo para asentar la puñalada trapera en la espalda, el precandidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, lanzó su campaña para lograr el voto hispano en las elecciones presidenciales de noviembre.
En el mismo día en que salió al aire el inspirador comercial político “Nosotros”, narrado en perfecto español por su hijo Craig, y con el colofón de Romney, diciendo en la lengua de Cervantes: “muchas gracias”, de sus oficinas en Boston se emitió un comunicado de prensa celebrando el apoyo del prominente abogado antiinmigrante Kris Kobach, a su aspiración para llegar a la Casa Blanca.
El anuncio de televisión estuvo dirigido a los votantes latinos de la Florida, con imágenes de una familia hispana alrededor de una mesa, una niña en un columpio, jóvenes hispanas luciendo togas de graduación, un empresario latino y el respaldo del excongresista Lincoln Díaz-Balart, su hermano el representante federal Mario, y la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
El comunicado expresando alegría por el respaldo de Kobach, fue interpretado por los medios de comunicación como parte de su estrategia para lograr el voto de los sectores más conservadores de Carolina del Sur, donde habrá primarias el sábado 21 de enero.
Así lo definieron: la publicación especializada en el Capitolio “The Hill”, el diario “The New York Times”, que criticó al candidato a la postulación del Gran Viejo Partido (GOP) y analistas de portales de internet, como los que escriben en el Hufftington Post.
“Estoy muy orgulloso de ganar el respaldo de Kris”, dice el comunicado, que agrega en palabras de Romney: “Kris ha sido un verdadero líder en asegurar nuestras fronteras y parar el flujo de la inmigración ilegal a nuestro país”.
El abogado, que ha sido el cerebro detrás de las leyes antiinmigrantes estatales y locales que han causado angustia y dolor en los vecindarios hispanos habitados por indocumentados, contesta en el documento, el cual fue preparado conjuntamente.
“Necesitamos un presidente que finalmente pare un problema que ha plagado a nuestro país durante una generación”, dice Kobach, quien acusa a los indocumentados de quitarle el trabajo a los ciudadanos y residentes legales y de consumir cientos de miles de millones de dólares en beneficios, a costa de los contribuyentes al fisco.
Kobach añade que: “la inmigración ilegal es una pesadilla para la economía y la seguridad nacional” de Estados Unidos.
Al abrazar el respaldo de Kobach, Romney, ratificó la posición antiinmigrante contra un sector representativo de la comunidad hispana.
Su comercial es un insulto a la inteligencia de los latinos, que han visto sus vidas, las de sus familiares o de sus amigos, destrozadas gracias a las leyes producidas por Kobach, como las de Arizona, Alabama, Georgia, Indiana, Utah y Carolina del Sur.
Precisamente esas leyes, que buscan criminalizar a los indocumentados y aburrirles la vida, han separado familias, como la que sale en el anuncio.
La legislación de Kobach ha estado encaminada a que niñas como la del columpio no vayan a la escuela, y por el contrario se les estigmatice.
Y más descarada es aún la presentación en la cuña de chicas vestidas para su día de graduación, cuando ha sido precisamente Romney, quien ha dicho que de ser presidente vetaría el Dream Act, de la mano de Kobach, quien se opone a la legalización de los estudiantes indocumentados.
Los títulos de Kobach, de las universidades de Harvard, Yale, y Oxford, han servido para crear un ambiente hostil en contra de los 11 millones de indocumentados, que han trabajado duro y sí han pagado impuestos durante el tiempo en que han estado radicados aquí.
Desde ya, la mayoría de los 23 millones de latinos, habilitados para votar, deben decirle a la sonrisa de Romney: No gracias.
Por Rafael Prieto Zartha
Con una sonrisa de comercial de crema dental para saludar a los latinos con una mano y en la otra con un cuchillo para asentar la puñalada trapera en la espalda, el precandidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, lanzó su campaña para lograr el voto hispano en las elecciones presidenciales de noviembre.
En el mismo día en que salió al aire el inspirador comercial político “Nosotros”, narrado en perfecto español por su hijo Craig, y con el colofón de Romney, diciendo en la lengua de Cervantes: “muchas gracias”, de sus oficinas en Boston se emitió un comunicado de prensa celebrando el apoyo del prominente abogado antiinmigrante Kris Kobach, a su aspiración para llegar a la Casa Blanca.
El anuncio de televisión estuvo dirigido a los votantes latinos de la Florida, con imágenes de una familia hispana alrededor de una mesa, una niña en un columpio, jóvenes hispanas luciendo togas de graduación, un empresario latino y el respaldo del excongresista Lincoln Díaz-Balart, su hermano el representante federal Mario, y la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
El comunicado expresando alegría por el respaldo de Kobach, fue interpretado por los medios de comunicación como parte de su estrategia para lograr el voto de los sectores más conservadores de Carolina del Sur, donde habrá primarias el sábado 21 de enero.
Así lo definieron: la publicación especializada en el Capitolio “The Hill”, el diario “The New York Times”, que criticó al candidato a la postulación del Gran Viejo Partido (GOP) y analistas de portales de internet, como los que escriben en el Hufftington Post.
“Estoy muy orgulloso de ganar el respaldo de Kris”, dice el comunicado, que agrega en palabras de Romney: “Kris ha sido un verdadero líder en asegurar nuestras fronteras y parar el flujo de la inmigración ilegal a nuestro país”.
El abogado, que ha sido el cerebro detrás de las leyes antiinmigrantes estatales y locales que han causado angustia y dolor en los vecindarios hispanos habitados por indocumentados, contesta en el documento, el cual fue preparado conjuntamente.
“Necesitamos un presidente que finalmente pare un problema que ha plagado a nuestro país durante una generación”, dice Kobach, quien acusa a los indocumentados de quitarle el trabajo a los ciudadanos y residentes legales y de consumir cientos de miles de millones de dólares en beneficios, a costa de los contribuyentes al fisco.
Kobach añade que: “la inmigración ilegal es una pesadilla para la economía y la seguridad nacional” de Estados Unidos.
Al abrazar el respaldo de Kobach, Romney, ratificó la posición antiinmigrante contra un sector representativo de la comunidad hispana.
Su comercial es un insulto a la inteligencia de los latinos, que han visto sus vidas, las de sus familiares o de sus amigos, destrozadas gracias a las leyes producidas por Kobach, como las de Arizona, Alabama, Georgia, Indiana, Utah y Carolina del Sur.
Precisamente esas leyes, que buscan criminalizar a los indocumentados y aburrirles la vida, han separado familias, como la que sale en el anuncio.
La legislación de Kobach ha estado encaminada a que niñas como la del columpio no vayan a la escuela, y por el contrario se les estigmatice.
Y más descarada es aún la presentación en la cuña de chicas vestidas para su día de graduación, cuando ha sido precisamente Romney, quien ha dicho que de ser presidente vetaría el Dream Act, de la mano de Kobach, quien se opone a la legalización de los estudiantes indocumentados.
Los títulos de Kobach, de las universidades de Harvard, Yale, y Oxford, han servido para crear un ambiente hostil en contra de los 11 millones de indocumentados, que han trabajado duro y sí han pagado impuestos durante el tiempo en que han estado radicados aquí.
Desde ya, la mayoría de los 23 millones de latinos, habilitados para votar, deben decirle a la sonrisa de Romney: No gracias.
Tuesday, January 10, 2012
Mitt Romney:
¡Ay Chihuahua!
Por Rafael Prieto Zartha
La vida te da sorpresas... sorpresas te da la vida. Resulta que el bisabuelo del aspirante presidencial republicano antiinmigrante, Mitt Romney, fue objeto de la hospitalidad de México en el siglo 19, y se estableció durante décadas en el estado de Chihuahua.
Miles Park Romney hacía parte de un grupo de mormones, practicantes de la poligamia, que salieron huyendo de Utah, en 1886, ante la presión del gobierno federal estadounidense contra la costumbre de que un hombre tuviera varias esposas, y el antepasado del candidato tenía tres.
El abuelo del Mitt Romney, Gaskell Romney y su esposa, Anna Amelia Pratt, se casaron en México y se establecieron en la colonia mormona de Dublán, en el municipio chihuahuense de Galeana.
George Romney, el padre del aspirante a la nominación republicana, nació en Chihuahua en 1907, pero el estallido de la Revolución Mexicana, en 1910, provocó que el progenitor del candidato antiinmigrante fuera traído a Estados Unidos por sus mayores.
George Romney fue un empresario y político exitoso, que trabajó en la industria automotriz, llegó a ser gobernador del estado de Michigan y secretario federal de Vivienda y Desarrollo Urbano, durante la administración del presidente Richard Nixon.
Incluso, George Romney alcanzó a postularse como candidato a la presidencia por el Gran Viejo Partido (GOP), aunque el asunto de ser originario de México generó un escándalo más grande que el provocado recientemente por los que dudan que el presidente Barack Obama, haya nacido en territorio estadounidense. De George Romney, había una evidencia absoluta que su nacimiento había sido en el vecino del sur.
Sin embargo, las posiciones ambivalentes del padre, del ahora líder de las encuestas para obtener la postulación republicana, hizo que su intento por llegar a la Casa Blanca fuera un fracaso absoluto.
El corresponsal del diario Dallas Morning News en México, Alfredo Corchado, visitó la Colonia Juárez en Chihuahua, donde todavía viven parientes del exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
“De hecho, Mitt Romney, al ser hijo de un americano nacido en México, tiene derecho a la doble ciudadanía, bajo la ley mexicana”, aseveró Corchado en su reportaje.
Una gran paradoja de la vida es que Romney se muestre tan antiinmigrante siendo de facto el hijo de un inmigrante mexicano.
Ya lo había dicho la periodista Maribel Hastings, que Romney es un oportunista, que cambia de posición de acuerdo con la conveniencia y la dirección de los vientos.
En materia migratoria, alcanzó a decir en 2006 que algunos de los indocumentados tendrían que regresar y a otros se les debería hacer el proceso de ciudadanía para legalizarlos.
En una entrevista con la publicación Lowell Sun de Massachusetts, expresó estar en desacuerdo con acorralar a los 11 millones de indocumentados y sacarlos del país a punta de pistola.
Pero los hechos dicen otra cosa.
En 2004, siendo gobernador, vetó una ley que habría permitido a los estudiantes indocumentados de Massachusetts, pagar matrículas como residentes del estado.
En 2006 firmó un acuerdo con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para darle a patrulleros estatales facultades de agentes de inmigración.
La rúbrica del documento se dio después de revelarse que los jardineros hispanos que arreglaban los prados de la vivienda de Romney eran indocumentados.
Ahora que Romney desea ganar las primarias republicanas se ha transformado en un antiinmigrante recalcitrante para satisfacer a los sectores más intolerantes de su partido.
Ha dicho que vetará el Dream Act si es aprobado en el Capitolio y que los indocumentados si pueden obtener la ciudadanía, pero después de regresarse a sus países y hacer los trámites desde cero para volver a Estados Unidos.
“No sé si Romney es chihuahuense o chihuahueño”, me dijo albureando un cercano amigo mexicano, que conoce la historia.
¡Ay Chihuahua!
Por Rafael Prieto Zartha
La vida te da sorpresas... sorpresas te da la vida. Resulta que el bisabuelo del aspirante presidencial republicano antiinmigrante, Mitt Romney, fue objeto de la hospitalidad de México en el siglo 19, y se estableció durante décadas en el estado de Chihuahua.
Miles Park Romney hacía parte de un grupo de mormones, practicantes de la poligamia, que salieron huyendo de Utah, en 1886, ante la presión del gobierno federal estadounidense contra la costumbre de que un hombre tuviera varias esposas, y el antepasado del candidato tenía tres.
El abuelo del Mitt Romney, Gaskell Romney y su esposa, Anna Amelia Pratt, se casaron en México y se establecieron en la colonia mormona de Dublán, en el municipio chihuahuense de Galeana.
George Romney, el padre del aspirante a la nominación republicana, nació en Chihuahua en 1907, pero el estallido de la Revolución Mexicana, en 1910, provocó que el progenitor del candidato antiinmigrante fuera traído a Estados Unidos por sus mayores.
George Romney fue un empresario y político exitoso, que trabajó en la industria automotriz, llegó a ser gobernador del estado de Michigan y secretario federal de Vivienda y Desarrollo Urbano, durante la administración del presidente Richard Nixon.
Incluso, George Romney alcanzó a postularse como candidato a la presidencia por el Gran Viejo Partido (GOP), aunque el asunto de ser originario de México generó un escándalo más grande que el provocado recientemente por los que dudan que el presidente Barack Obama, haya nacido en territorio estadounidense. De George Romney, había una evidencia absoluta que su nacimiento había sido en el vecino del sur.
Sin embargo, las posiciones ambivalentes del padre, del ahora líder de las encuestas para obtener la postulación republicana, hizo que su intento por llegar a la Casa Blanca fuera un fracaso absoluto.
El corresponsal del diario Dallas Morning News en México, Alfredo Corchado, visitó la Colonia Juárez en Chihuahua, donde todavía viven parientes del exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
“De hecho, Mitt Romney, al ser hijo de un americano nacido en México, tiene derecho a la doble ciudadanía, bajo la ley mexicana”, aseveró Corchado en su reportaje.
Una gran paradoja de la vida es que Romney se muestre tan antiinmigrante siendo de facto el hijo de un inmigrante mexicano.
Ya lo había dicho la periodista Maribel Hastings, que Romney es un oportunista, que cambia de posición de acuerdo con la conveniencia y la dirección de los vientos.
En materia migratoria, alcanzó a decir en 2006 que algunos de los indocumentados tendrían que regresar y a otros se les debería hacer el proceso de ciudadanía para legalizarlos.
En una entrevista con la publicación Lowell Sun de Massachusetts, expresó estar en desacuerdo con acorralar a los 11 millones de indocumentados y sacarlos del país a punta de pistola.
Pero los hechos dicen otra cosa.
En 2004, siendo gobernador, vetó una ley que habría permitido a los estudiantes indocumentados de Massachusetts, pagar matrículas como residentes del estado.
En 2006 firmó un acuerdo con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para darle a patrulleros estatales facultades de agentes de inmigración.
La rúbrica del documento se dio después de revelarse que los jardineros hispanos que arreglaban los prados de la vivienda de Romney eran indocumentados.
Ahora que Romney desea ganar las primarias republicanas se ha transformado en un antiinmigrante recalcitrante para satisfacer a los sectores más intolerantes de su partido.
Ha dicho que vetará el Dream Act si es aprobado en el Capitolio y que los indocumentados si pueden obtener la ciudadanía, pero después de regresarse a sus países y hacer los trámites desde cero para volver a Estados Unidos.
“No sé si Romney es chihuahuense o chihuahueño”, me dijo albureando un cercano amigo mexicano, que conoce la historia.
Tuesday, January 3, 2012
A votar en 2012: el año del Dragón
Por Rafael Prieto Zartha
Las últimas proyecciones del número de hispanos que estarán habilitados para votar las elecciones de 2012 será de 23 millones y medio.
No obstante, la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), la organización que sacó la estadística, proyecta que solo 12.2 millones irán a las urnas en las presidenciales del 6 de noviembre.
Aún este dato, que ha sido considerado positivo por el posible aumento de 26% de participación, en contraste con 2008, se me antoja espantoso.
De casi 24 millones de votantes latinos posibles es increíble, que dadas las circunstancias por las que atraviesa la comunidad hispana, los votantes proyectados sean apenas poco más de la mitad de los que están en capacidad de sufragar.
Una gráfica en el portal de ImpreMedia indicó que escasamente 14 millones de los electores hispanos están registrados para votar.
Eso quiere decir que se tendrá que hacer una campaña intensa para que 9 millones y medio de votantes latinos se inscriban en los padrones electorales locales.
En 2008, de los 19 millones y medio de hispanos que tenían derecho al voto, solo la mitad acudió a usar las máquinas contadoras de sufragios.
En ese mismo año, 48% de los ciudadanos hispanos votaron en las presidenciales, mientras que 54% de los naturalizados ejercieron ese derecho, cuando Barack Obama fue elegido.
Quienes han tenido la fortuna de naturalizarse ciudadanos estadounidenses, deberían entender que haber logrado ese privilegio no solo significa tener derechos y aprovecharse de los beneficios de esa condición, sino asumir responsabilidades.
Un deber absoluto tendría que ser la participación cívica, mediante el voto.
Un estudio sobre el comportamiento del voto hispano en las elecciones de 2010, efectuado por el investigador Mark Hugo López, del Centro Hispano Pew, mostró que el mayor nivel de participación en esos comicios -de medio término- fue la de los ciudadanos de origen cubano con más del 49%.
Después se ubicaron los de origen centroamericano y sudamericano con 33%. La de los puertorriqueños fue de 29% y la de los de origen mexicano 28%.
El derecho al voto para las mujeres en Estados Unidos fue una lucha que se inició en 1840 y apenas se cristalizó en 1920.
Pese a que los esclavos negros fueron liberados en la década de los sesenta del siglo 19, con el costo de más de 600 mil muertos, únicamente fue hasta los sesenta del siglo 20, un siglo después, que se firmó el Acta de Derechos de los Votantes, para asegurarle a los afroamericanos el acceso pleno al sufragio en este país.
Las cadenas de televisión en español: Univisión, Telemundo, CNN, MegaTV, Estrella TV, NTN 24, tendrían que realizar la campaña más tenaz de su historia para impulsar el voto hispano.
Eso mismo deberían realizar las estaciones de radio en español, los periódicos latinos, junto con la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas (NAHP), al igual que los sitios de internet.
NALEO, el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC) y las demás organizaciones hispanas deberían impulsar el sufragio como nunca.
Un artista de Charlotte, Edwin Gil, lanzará una página en Facebook, para que los ciudadanos latinos se comprometan a votar con sus caras, sus mensajes y sus videos.
“Leí que 2012 debe ser el año de los votantes hispanos y voy a promover el voto en todo el país a través de los contactos en la organización Latinos in Social Media (LATISM)”, me contó Gil.
Las leyes estatales antiinmigrantes han creado un ambiente hostil contra los hispanos y algunos políticos le han endilgado los calificativos y comparaciones más peyorativas a los indocumentados latinos.
La forma más efectiva de contrarrestar las actitudes de los intolerantes es utilizar un medio gratuito, que lo único que requiere es pensar. Entonces, a votar en el año del Dragón.
Por Rafael Prieto Zartha
Las últimas proyecciones del número de hispanos que estarán habilitados para votar las elecciones de 2012 será de 23 millones y medio.
No obstante, la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), la organización que sacó la estadística, proyecta que solo 12.2 millones irán a las urnas en las presidenciales del 6 de noviembre.
Aún este dato, que ha sido considerado positivo por el posible aumento de 26% de participación, en contraste con 2008, se me antoja espantoso.
De casi 24 millones de votantes latinos posibles es increíble, que dadas las circunstancias por las que atraviesa la comunidad hispana, los votantes proyectados sean apenas poco más de la mitad de los que están en capacidad de sufragar.
Una gráfica en el portal de ImpreMedia indicó que escasamente 14 millones de los electores hispanos están registrados para votar.
Eso quiere decir que se tendrá que hacer una campaña intensa para que 9 millones y medio de votantes latinos se inscriban en los padrones electorales locales.
En 2008, de los 19 millones y medio de hispanos que tenían derecho al voto, solo la mitad acudió a usar las máquinas contadoras de sufragios.
En ese mismo año, 48% de los ciudadanos hispanos votaron en las presidenciales, mientras que 54% de los naturalizados ejercieron ese derecho, cuando Barack Obama fue elegido.
Quienes han tenido la fortuna de naturalizarse ciudadanos estadounidenses, deberían entender que haber logrado ese privilegio no solo significa tener derechos y aprovecharse de los beneficios de esa condición, sino asumir responsabilidades.
Un deber absoluto tendría que ser la participación cívica, mediante el voto.
Un estudio sobre el comportamiento del voto hispano en las elecciones de 2010, efectuado por el investigador Mark Hugo López, del Centro Hispano Pew, mostró que el mayor nivel de participación en esos comicios -de medio término- fue la de los ciudadanos de origen cubano con más del 49%.
Después se ubicaron los de origen centroamericano y sudamericano con 33%. La de los puertorriqueños fue de 29% y la de los de origen mexicano 28%.
El derecho al voto para las mujeres en Estados Unidos fue una lucha que se inició en 1840 y apenas se cristalizó en 1920.
Pese a que los esclavos negros fueron liberados en la década de los sesenta del siglo 19, con el costo de más de 600 mil muertos, únicamente fue hasta los sesenta del siglo 20, un siglo después, que se firmó el Acta de Derechos de los Votantes, para asegurarle a los afroamericanos el acceso pleno al sufragio en este país.
Las cadenas de televisión en español: Univisión, Telemundo, CNN, MegaTV, Estrella TV, NTN 24, tendrían que realizar la campaña más tenaz de su historia para impulsar el voto hispano.
Eso mismo deberían realizar las estaciones de radio en español, los periódicos latinos, junto con la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas (NAHP), al igual que los sitios de internet.
NALEO, el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC) y las demás organizaciones hispanas deberían impulsar el sufragio como nunca.
Un artista de Charlotte, Edwin Gil, lanzará una página en Facebook, para que los ciudadanos latinos se comprometan a votar con sus caras, sus mensajes y sus videos.
“Leí que 2012 debe ser el año de los votantes hispanos y voy a promover el voto en todo el país a través de los contactos en la organización Latinos in Social Media (LATISM)”, me contó Gil.
Las leyes estatales antiinmigrantes han creado un ambiente hostil contra los hispanos y algunos políticos le han endilgado los calificativos y comparaciones más peyorativas a los indocumentados latinos.
La forma más efectiva de contrarrestar las actitudes de los intolerantes es utilizar un medio gratuito, que lo único que requiere es pensar. Entonces, a votar en el año del Dragón.
Subscribe to:
Posts (Atom)