BITACORA

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Tuesday, August 28, 2012


La plataforma

Por Rafael Prieto Zartha

 Este domingo que pasó, en el programa Al Punto de Univisión fue invitado el exburócrata de la Administración del expresidente George W. Bush, Adolfo Franco, quien nos llegó a los televidentes con un cuento nuevo: las plataformas que aprueban los partidos en las convenciones no cuentan.

Es decir, que todo el esfuerzo de gastar millones de dólares para hacer los encuentros cuatrienales en los que se oficializa el lanzamiento de la fórmula presidencial y se establecen los principios del partido no sirven, en lo que tiene que ver con el delineamiento de los fundamentos de la agrupación política.

Afortunadamente, la gente no es tonta y no se traga entero todo lo que dicen en los medios de comunicación.

Franco pretendía desviar la atención de la grosera plataforma republicana en materia de inmigración, que solo ofrece dolor y sufrimiento para la comunidad indocumentada afincada en Estados Unidos.

La carta de principios del partido republicano para los inmigrantes fue presentada nada menos que por Kris Kobach, el autor intelectual de la mayoría de las medidas antiinmigrantes que se han propuesto o aprobado en este país en la última década.

Sus obras iniciales fueron las normativas locales en Hazleton (Pensilvania) y Farmers Branch (Texas), que proponían prohibir el alquiler de vivienda a los indocumentados.

Después, impulsó la ley SB1070 de Arizona, con el fin de criminalizar a los indocumentados y metió la mano en las otras leyes estatales que buscan la “autodeportación” cacareada por el candidato Mitt Romney durante las primarias republicanas.

Kobach ha estado detrás de la ley de Alabama, que asigna funciones migratorias a los educadores asignándoles la tarea de preguntar por el estatus migratorio a los niños, para determinar si entre sus alumnos hay indocumentados. Ese invento de Kobach hizo que el ausentismo, entre los menores de edad latinos, llegara al 13 por ciento.

Las palabras de Kobach durante la presentación de la plataforma republicana de inmigración fueron más que dicientes: “Si verdaderamente quieres crear empleos mañana, puedes eliminar a un inmigrante ilegal hoy”.

Los principios republicanos en inmigración, que se votarán durante la convención de Tampa, incluyen:

- Más E-Verify.

- No a las ciudades santuario.

- Terminar  el muro fronterizo con México.

- No a las matrículas para estudiantes indocumentados, al precio de residentes estatales.

Claramente los republicanos se lanzan de hecho contra los soñadores, que aspiran a continuar sus estudios superiores pagando, pero pagando unas tarifas asequibles.

La última aventura de Kobach, el “de facto” portavoz republicano en inmigración, es asesorar una demanda de agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Texas contra la acción diferida. La querella, alabada por el congresista antiinmigrante Lamar Smith, argumenta que la medida del ejecutivo hace que los agentes migratorios “violen la ley”. Esa es la oferta republicana: pretender negar una oportunidad a dos millones de jóvenes, que son vitales para el país y la mejora de la economía.

Pero eso es algo que no entiende gente como Kobach y Franco.

Las aseveraciones de Franco durante el programa de Jorge Ramos, fueron tan descaradas, que su copartidario, el exdirector del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), Alfonso Aguilar, se vio obligado a corregirlo.

Hace unos días, Franco elogiaba al alguacil Joe Arpaio y justificaba las cárceles privadas de ICE, en un programa de la cadena internacional NTN24, diciendo que el sheriff actuaba de acuerdo con la ley y los centros de detención  funcionaban relativamente bien.

Las demandas contra Arpaio indican que lo dicho por Franco no es cierto, y los estudios sobre las prisiones señalan lo mismo. Tampoco es verdad que la plataforma de un partido que tiene siglo y medio de existencia no valga para nada.

Tuesday, August 21, 2012


La Bruja y el Arpío
Por Rafael Prieto Zartha

 Cuando le pregunté a los soñadoras qué opinaban acerca de la orden estatal ejecutiva de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, de prohibir la expedición de licencias de conducir a los estudiantes indocumentados que sean aprobados por la acción diferida, la respuesta repetida fue la misma: “es una bruja... es una bruja... es una bruja”.

A las chicas que consulté no les afectaba la medida de Brewer, habían participado en una sesión informativa sobre la iniciativa de la Administración del presidente Barack Obama que impide su deportación, en la Coalición Latinoamericana de Charlotte, Carolina del Norte, a dos mil millas de Arizona.

No obstante, su solidaridad con sus colegas arizonianas era absoluta y su indignación brotaba a flor de piel porque el anuncio de Brewer se dio el mismo miércoles 15 de agosto, en el que millares de “dreamers” iniciaron sus trámites para salir de las sombras.

Por pura curiosidad me puse a consultar en la internet si el sobrenombre de “Bruja” para Brewer existía y me encontré con millares de entradas en las que los internautas se refieren con este apelativo para la gobernadora antiinmigrante.

Encontré menciones a través de Facebook, de Twitter, e incluso composiciones musicales y audiovisuales al respecto.

Uno de los videos musicales, llamado “La Brujer, canción de la gobernadora y el arpío (Arpaio)”, contiene la voz del intérprete Yayo de Nogales.

 Otro que interpreta el mismo tema es el cantante Santiago Silva, en una entrada en YouTube, que titula “La Bruja Brewer”.

Por supuesto, que el contenido audiovisual y las letras son irrespetuosas con la funcionaria de más rango de  Arizona y con el alguacil  de Maricopa, el más duro del oeste, pero al fin y al cabo, las canciones y los videos son más inofensivas, que las acciones de Brewer y Joe Arpaio.

Simplemente son una respuesta de la inventiva popular contra los perjuicios y el dolor que han ocasionado estos burócratas a la comunidad inmigrante con la ley SB 1070 y la cárcel de carpas, en el caso de Arpaio.

La más reciente medida de la gobernadora parece salida de otra dimensión. En un acto de rebeldía se niega a acatar algo que es obvio: Si el gobierno federal, que es el que de acuerdo con la Corte Suprema,  el que maneja el tema migratorio, da un estatus temporal a un grupo en particular, por una acción administrativa, los estados tendrían que aceptar la voluntad del ejecutivo.

Múltiples acciones administrativas del ejecutivo han sido emitidas en gobiernos republicanos y demócratas previamente sin que los gobernadores rezonguen.

Los sectores intolerantes han querido mostrar a Obama como un dictador por haber avalado al Departamento de Seguridad Nacional para que protegiera a los “dreamers”, lo cual es absurdo.

Obama no le ha hecho trampa al Congreso, solo ha actuado dentro del marco constitucional que lo faculta para tomar una acción ejecutiva temporal.

Si el presidente tiene la autoridad para eliminar terroristas sin pedirle permiso al congreso porque no tendría la autoridad para parar la deportación de jóvenes que se han educado aquí

Entre lo malo que tiene Brewer es que da mal ejemplo, y ya el gobernador de Nebraska, Dave Heineman, la imitó en negar los permisos de manejar a los soñadores.

Lo más probable es que el asunto se dirima en las cortes y triunfe la razón contra el egoísmo y la mezquindad.

En Carolina del Norte, los áulicos de Brewer están haciendo un llamado para que los funcionarios oficiales desconozcan la acción diferida del presidente y realicen actos de rebeldía.

La organización Americanos por la Inmigración Legal (ALIPAC), que dirige el activista antiinmigrante William Gheen, ha pedido que “todos los empleados federales repudien las directivas inconstitucionales de Obama de proveer la amnistía del Acta del Sueño a los inmigrantes  ilegales”.

No me extrañaría que algún cantor popular le componga a Gheen una tonada en la que lo presente como “el bufón”.

Tuesday, August 14, 2012

Paul Ryan: el próximo presidente de la nación

Por Rafael Prieto Zartha

El virtual candidato republicano Mitt Romney presentó a su compañero de fórmula para las elecciones de noviembre, Paul Ryan, al lado del acorazado Wisconsin, en Norfolk, Virginia, como “el próximo presidente de Estados Unidos”.
Por supuesto que el dislate de Romney fue solo eso, un lapsus linguis, en el calor de la emoción de destapar el gallo, que los medios de comunicación ya habían develado en la madrugada del sábado 11 de agosto.
En lo que si no se equivocó Romney, en lo que se refiere a política migratoria, fue en elegir a uno igual a él de insensible con los indocumentados radicados en Estados Unidos, incluyendo a los menores de edad y los jóvenes soñadores que hoy están amparados por la acción diferida, que en buena hora lanzó el presidente Barack Obama.
Y es que detrás, del exitoso político de 42 años, que lleva más de la tercera parte de su vida como congresista del estado de Wisconsin, y que figura en las fotos como el perfecto marido, de una familia perfecta, con tres retoños, está el cazador y el hombre que pesca peces a mano limpia.
De hecho, Ryan ha sido un desastre para los indocumentados durante sus años en el Capitolio.
En 2005, fue uno de los copatrocinadores de la ley Real ID, que generó la premisa de prohibir la obtención de licencias de conducir a los inmigrantes irregulares en todo el país.
El 6 de diciembre de 2005, votó a favor de la ley HR 4437, que pasó en la Cámara de Representantes y que criminalizaba a los indocumentados.
La HR 4437 contenía las provisiones más severas contra los inmigrantes que se hayan contemplado y provocó que millones de hispanos salieran a las calles con las camisetas blancas y las banderas de Estados Unidos, para decirle al mundo que los seres humanos no son ilegales.
La HR 4437 fue derrotada en las plazas públicas por los más inermes, pero esto no inmutó al congresista Ryan, pese a que su estado fue escenario de algunas de las manifestaciones más significativas de la primavera de 2006.
En ese mismo 2006, para mostrar su cordialidad con México, votó a favor de construcción de un muro físico y virtual en la frontera con el país vecino.
El 8 de diciembre de 2010, votó contra el acta de los sueños, apostando en contra de los ‘‘dreamers”, mientras que la mayoría de los congresistas hicieron lo contrario.
Actualmente, su portal de internet de representante a la Cámara incluye la visión más intolerante y chata para resolver el problema migratorio.
“No apoyo una amnistía para los millones de inmigrantes ilegales que ya están viviendo en Estados Unidos. Cualquier propuesta de reforma requiere que esos que han ignorado el imperio de la ley no sean recompensados por su acciones”, asevera el congresista.
Respecto al Dream Act, afirma: “creo que esa legislación intenta tratar el síntoma, en lugar que la raíz del problema” y agrega: “sería un error grave seguir (el camino de) reformas como el Acta de los Sueños”.
Para coronar el pastel con una roja y jugosa cereza expresa: “Una nueva legislación respecto a la política de inmigración debe requerir que los inmigrantes que buscan una tarjeta verde o la ciudadanía deben irse de Estados Unidos y reaplicar por la ciudadanía fuera de Estados Unidos, de tal manera que puedan reentrar al país legalmente”.
Lo que sugiere es más o menos la “autodeportación” sugerida por Romney, como si el ingreso legal para los latinoamericanos fuera sencillo. Respecto al Dream Act, Ryan y Romney comparten la misma filosofía de rechazo, que el aspirante presidencial republicano dejó sentada en el proceso de las elecciones primarias.
Con la designación de Ryan en el boleto republicano, el partido del elefante ratifica que opta por la vía más conservadora, y le da gusto a los amotinados del té.
Lástima que Romney no prefirió al senador cubanoamericano Marco Rubio. Habría sido una campaña con sonidos en español y con una ventana de apertura a un Dream Act limitado.

Tuesday, August 7, 2012


Viridiana: La soñadora indomable

Por Rafael Prieto Zartha

La primera vez que supe de Viridiana Martínez fue en junio de 2010, cuando dejó de comer durante 13 días, para presionar a la senadora de Carolina del Norte, Kay Hagan, para que la legisladora federal apoyara el Acta de los Sueños, que durante más de una década se ha propuesto como la opción para legalizar a los jóvenes indocumentados.
Viridiana, que se había plantado a acampar frente al edificio de la Legislatura del estado en Raleigh, solo suspendió el ayuno cuando una de sus dos compañeras de protesta fue hospitalizada víctima de un ataque de insolación.
Testaruda, Viridiana siguió reclamándole a Hagan, que apoyara a los soñadores, con la esperanza de que la senadora, siendo del mismo partido del presidente Barack Obama, apoyara una causa que el mandatario había abrazado y promovido.
Pero ¡oh decepción!, Hagan votó el 18 de diciembre de 2010 para matar el Dream Act, junto con otros cuatro senadores demócratas, que sufragaron contra la medida.
La foto de Hagan salió publicada, junto a la de los otros miembros de la Cámara Alta   que se opusieron a convertir en realidad el sueño de los muchachos, en un anuncio del Consejo Nacional de La Raza.
La organización pidió colocar el aviso en las casas para “no olvidar a los que privaron al país de las contribuciones de estos jóvenes talentosos”.
La primera vez que Viridiana entró en la cárcel por realizar un acto de desobediencia civil fue en Atlanta, después de ser arrestada por participar en un plantón frente al Capitolio Estatal de Georgia.
En abril de 2011, Viridiana y otros seis soñadores se sentaron en la vía pública, para protestar contra la decisión de los integrantes de la Junta de Regentes de Georgia, que había prohibido el ingreso de jóvenes indocumentados a las cinco universidades públicas más importantes de ese estado.
Los muchachos también se oponían al proyecto de ley estatal HB 59, que proponía vedar el acceso de los inmigrantes sin papeles a todos los colegios comunitarios de Georgia.
Además, estaban sentando su repudio a la propuesta legislativa HB 87, una copia de la ley SB 1070 de Arizona, que finalmente fue convertida en ley de Georgia.
Después, Viridiana fue detenida y llevada a la Cárcel de Charlotte, tras otra acción de desobediencia civil en las inmediaciones del centro de esa ciudad de Carolina del Norte.
Ocurrió en septiembre de 2011, tras un acto en el Colegio Comunitario Central Piedmont en el que varios soñadores confesaron ser indocumentados, para luego lanzarse a la calle gritando ¡“indocumentados y sin miedo”!.
Una decena de los jóvenes se sentó en una de las intersecciones con mayor tráfico de la ciudad, abogando por el Dream Act.
Viridiana no participó en el plantón, pero fue arrestada por la policía después de que dio declaraciones a la prensa.
En las tres primeras ocasiones en que la joven fue encerrada, el gobierno federal autorizó su salida, como parte de la promesa de no deportar a soñadores indocumentados que no representan un peligro para el país.
Viridiana era una niña de 7 años cuando fue traída de Monterrey, México, por su familia a la localidad de Sanford, en Carolina del Norte.
La joven, que ahora tiene 26 años, ha dicho que deseaba estudiar relaciones internacionales en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU) pero no pudo hacerlo por su condición de indocumentada.
Yo he hablado con Viridiana y conozco que su terquedad es tan grande como sus convicciones. La última vez que la vi fue en el estacionamiento de las oficinas de reelección del presidente Obama, en Charlotte, un día antes del 15 de junio, cuando se aprobó la acción diferida: Estaba pidiendo que el mandatario actuara.
En los últimos días, Viridiana optó por un camino más arriesgado, se hizo arrestar, para ingresar al Centro Transicional de Broward, en Florida.
Allí, documentó con   rostros concretos las fallas de la discreción procesal ordenada por el gobierno y el multimillonario negocio de las prisiones privadas de indocumentados.
Las autoridades la soltaron, pero horas después fue regresada a la cárcel, por  demandar en una protesta que soltaran a los presos con los que compartió el encierro.