BITACORA

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Tuesday, May 22, 2012

Publicado el martes 24 de abril, 2011

El Día del Juicio de la discreción ejecutiva

Por Rafael Prieto Zartha

El congresista Luis Gutiérrez volvió al Sur del país para apersonarse de la situación de Gabino Sánchez, el indocumentado mexicano al que salvó de la deportación en un tribunal de Charleston, Carolina del Sur, y al que acompañó a su primera presentación ante a la Corte de Inmigración de Charlotte, Carolina del Norte.
Aquí, en la ciudad donde yo vivo, a donde fue transferido su caso, un juez y los funcionarios judiciales de ICE, determinarán el próximo 15 de mayo, cuál será el destino del albañil, que llegó a Estados Unidos siendo un adolescente.
Por eso, Gutiérrez vino a Charlotte, para preparar el terreno de lo que según, el propio legislador federal, será un martes histórico
Ese día se sabrá si el memorando de John Morton, jefe del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), que plantea priorizar las expulsiones de los indocumentados criminales en lugar de enfocarse en personas inofensivas como Gabino, tiene algún peso.
Eso fue lo que le dijo Gutiérrez a los medios de comunicación en español, teniendo a su lado a Gabino, a Laura, la esposa del inmigrante y al hijo mayor de los dos, Roger, que bordea los 7 años.
El representante a la Cámara por Illinois fue extremadamente claro: lo que está en juego es ver si la acción más osada que ha tomado la administración Obama para aliviar la separación de familias, que es la discreción administrativa, se cumple.
Cuando se dio conocer el memorando de Morton, en junio de 2011, fue percibido como la primera acción tangible del gobierno del actual presidente, de quemarse las barbas, por los hispanos en el asunto migratorio.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y los funcionarios de la agencia dedicada a la expulsión de inmigrantes sin estatus, estaban marcando un rumbo diferente, al de las deportaciones insensibles e incondicionales que alcanzaron números sin precedentes.
Hubo quienes agudamente interpretaron las nuevas directrices, como una jugada electoral del presidente para congraciarse con los votantes latinos, tras su fracaso en impulsar y aprobar la reforma migratoria y tampoco lograr pasar el Dream Act, como el estertor final de su mayoría demócrata, en ambas cámaras.
Pero el mensaje de la administración de Obama fue aún más contundente, cuando ratificó que la nueva política era una orden para todos los funcionarios de ICE y que incluso se revisarían 300 mil casos pendientes en la cortes, para evidenciar que su prioridad era la de sacar a los inmigrantes criminales del país y no a los buenos.
Desafortunadamente, la distancia entre las buenas intenciones de algunos funcionarios del gobierno actual se estrella contra la cruda y dura realidad.
Conversando informalmente con gente allegada a la corte de inmigración de Charlotte, fue claro que no se les había informado del memorando de Morton.
En el caso de Gabino la solución debería ser simple: que los fiscales adscritos a ICE retiraran el caso contra el indocumentado que terminó enredado en este lío por carecer de licencia de conducir y manejar sin el documento.
¿Posible? No lo sé. El problema es que el caso de Gabino subió a un tribunal de inmigración y los jueces son autónomos y no tienen porque seguir una directriz del ejecutivo.
Los que saben me han dicho que el caso de Gabino ha debido quedarse en la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR), que si deben seguir las directrices del presidente, de Janet Napolitano, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y de Morton.
Ahora, el reto de los oficiales de ICE es desempantanar casos como el de Gabino para que la credibilidad del presidente entre los latinos no termine mancillada, "en la punta del cerro".
Gutierrez ha pedido que la comunidad charlotense se presente en masa en las afueras de la corte, el día de la audiencia de Gabino.
Amanecerá y veremos, si Edward, el chiquitín de los Sánchez, de un añito, puede ser criado en este país -donde nació- por sus padres.

Tuesday, April 17, 2012

El amor de los hispanos por el trabajo duro

Por Rafael Prieto Zartha

De las 63 páginas del informe del Centro Hispano Pew acerca de los puntos de vista de los hispanos sobre su identidad, que se develó a principios de mes, se puede derivar tanto material como para escribir varios libros.
No obstante, el segundo capítulo del reporte, que corresponde a “la experiencia americana” o “la experiencia estadounidense”, merece ser resaltado porque confirma el indomable tesón que caracteriza a la comunidad latina que se ha afincado en este país.
“Más que el público general, los hispanos creen que el trabajo duro da resultados”, señala el informe.
El 75% de los encuestados en el sondeo, que fundamentó el reporte, expresó que la mayoría de la gente puede salir adelante aquí si está dispuesta a “trabajar duro”.
En comparación, de acuerdo a un estudio del Centro Pew, realizado en 2011, solo el 58% del público general consideró que trabajar duro podía conducir al éxito y 40% contestó que trabajar duro no garantiza triunfar.
En el caso de los hispanos, el concepto del trabajo duro como sendero de superación en la vida es compartido por los latinos que inmigraron a Estados Unidos y por los que nacieron en territorio del país.
El 77% de los hispanos inmigrantes se pronunciaron a favor del trabajo duro como ruta para
salir adelante y el 73% de los nacidos aquí manifestaron el mismo sentir.
Lo más relevante de esta porción de la encuesta, sobre el sentir de los latinos respecto a los beneficios de trabajar duro, es que el segmento que aseveró con más contundencia que laborar arduamente lleva al progreso fue el de los hispanos cuya preferencia de uso de idioma es el
español.
El 83% de los hispanohablantes dijeron que el trabajo duro es la clave del éxito frente al 71% de los latinos bilingües y 70% de los que prefieren hablar en inglés.
Los resultados del estudio son indudablemente un homenaje a los latinos que diariamente entregan sus músculos, sus pulmones, sus corazones y sus cerebros para contribuir al progreso de Estados Unidos.
El informe estampa el sello del trabajo duro realizado por los trabajadores agrícolas que pizcan frutas agachados en el Valle de San Joaquín o que en la misma zona recogen cebollas en la oscuridad de
las noches, ataviados con minilinternas adheridas a bandanas en sus cabezas, para evadir que la cosecha se haga de cara a los rayos caniculares del sol del día.
Las imágenes de esos seres, que parecían verdaderos extraterrestres en medio de una planicie sombría las plasmó el exasambleista Fabián Núñez en el documental “La cosecha de la vergüenza de California”.
El amor de los hispanos al trabajo ha estado más que demostrado en situaciones difíciles para el país.
Fueron los latinos los que se lanzaron a la tarea de limpiar los escombros dejados por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y parte de esos hispanos, muchos de ellos indocumentados, los que hanmuerto o se encuentran enfermos por el contacto con sustancias tóxicas en la Zona Cero.
Fueron los latinos, los que se lanzaron a reconstruir a Luisiana tras el paso del devastador huracán Katrina.
Son los hispanos, los que continúan trabajando duro en las plantas procesadoras de pollos y cerdos, y terminan con las manos mutiladas o deformadas afectadas con el síndrome
carpiano.
Son los albañiles mexicanos, quienes dicen que sus antepasados construyeron las pirámides aztecas y en las últimas décadas construyeron las pirámides de Charlotte -la ciudad donde vivo- los que han ratificado ese amor por el trabajo duro.
Y en cuanto al amor y respeto que tienen los latinos para Estados Unidos, el reporte del Centro Hispano Pew es más que diciente.
El 87% de los hispanos expresaron que este país brinda más oportunidades de salir adelante que sus países de origen.
Respecto a si volverían a repetir la experiencia de establecerse aquí, más del 80% de los que han estado en el país por más de seis años señalaron que no lo dudarían.

Tuesday, April 10, 2012

Los hispanos sí somos racistas

Por Rafael Prieto Zartha

El programa Al Punto, que presenta en Univisión Jorge Ramos, hizo en su más reciente edición una pregunta cuya respuesta es tan evidente como que el agua moja: ¿Somos racistas los hispanos? Por supuesto que sí lo somos.
Ya lo decía yo, en la columna que publiqué la semana pasada en Qué Pasa-Mi Gente: “Algo que casi nadie se atreve a reconocer la existencia de prejuicios recónditos con gente que es diferente a quien los siente. Unas cosas son las que se dicen en público a viva voz y otras las que se expresan soterradamente, que sacan los demonios existentes en el alma”.
Pero para encontrar a gritos el racismo latente en los corazones de los latinos radicados
en Estados Unidos y los sentimientos nacionalistas chauvinistas más cavernícolas basta navegar por la red. En la internet “googoliando” se halla la cloaca que tenemos dentro, en las más variadas versiones. Aparece en los comentarios que se hacen a las opiniones o cuando hay enfrentamientos deportivos.
La gente insulta con los peores calificativos a sus congéneres. Paradójicamente, la esencia del mal del racismo figura como si se escribiera en piedra con cincel en forma de humor. Los chistes racistas o de nacionalismo a ultranza se pueden leer o incluso ver interpretados en You Tube, por quienes hacen las veces de heraldos del gracejo y el ingenio.
Hay chistes contra negros, contra chinos, englobando a todos los orientales, contra gringos, para reírse de los blancos.
Y en cuanto nacionalidades, ni hablar.
Hay bromas contra los gallegos, para descalificar a los españoles. Desde España la
respuesta la expelen las bandas supremacistas.
Existen chistes de todos contra el supuesto carácter soberbio de los argentinos. Hay chispa humorística surgida en Argentina contra los bolivianos, en los que se que se les nombra con un mote de desprecio: “bolitas”. Los dardos también caen para los inmigrantes peruanos y paraguayos que se han establecido en la pujanza de sur rioplatense.
En Chile, el ingenio de Pepo, no dejaba ocasionalmente de tener aromas de chauvinismo en
boca de Condorito y sus amigos. Ahora me estrellé un internauta chileno que sugiere controlar la inmigración para evitar que los niños negros sean objeto de burla de sus compañeros de clase.
En los Andes el racismo es manifiesto contra quienes tienen origen indígena. En Bolivia, Perú y Ecuador, se “cholea” y esto se refleja en el humor virtual. Lo grave es que muchas veces el insulto lo lanza gente de evidentes rasgos aborígenes que parece que no han visto sus rostros reflejados en un espejo.
En Colombia, donde nací, la palabra para ultrajar a otro es “indio”.
En Venezuela, donde hubo inmigración portuguesa, italiana y española, algunos expresan prejuicios contra los “niches”, que es una forma de describir a los afrodescendientes.
En el Caribe, el dictador Rafael Leónidas Trujillo, realizó una matanza de haitianos pretendiendo que sus compatriotas en general podrían ser más claros por pronunciar claramente la palabra “perejil”.
Hoy en la red se puede develar como los dominicanos hacen chistes de haitianos, los puertorriqueños hacen bromas de los dominicanos y los cubanos hacen gracejos de los
puertorriqueños. El conocido comediante, Álvarez Guedes, tiene entre su repertorio algunos chistes de negros.
En Costa Rica las bromas se dedican a los nicaragüenses a los que se califica de “nicas regalados”. Las confrontaciones verbales entre mexicanos y centroamericanos cuando de futbol se trata por momentos hacen sonrojar a la vulgaridad misma. Los apelativos nacionales de “guanacos”, “catrachos” y “chapines” no se utilizan para hacer precisamente elogios, en los comentarios de mexicanos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.
En México, la visión de algunos “güeritos” es que el resto de la población está integrada por "nacos”. Para una muestra palpable: vean al “Pirurris”.

Tuesday, March 27, 2012

El concierto de los sueños de 11 millones

Por Rafael Prieto Zartha

Hace seis años, en plena primavera florida, Charlotte, la ciudad donde vivo, fue escenario de un evento extraordinario, que quedó imborrable en la mente de la comunidad latina de la ciudad.

El sábado 25 de marzo de 2006, más de 10 mil personas se congregaron en el parque Marshall, para protestar contra el proyecto de ley HR 4437 del congresista republicano James Sensenbrenner, que había sido aprobado en la Cámara de Representantes y que fundamentalmente criminalizaba a los indocumentados, con el aval de una normativa federal.

El día despuntó precioso y graneada la gente llegó al punto de encuentro, en el centro de la llamada Ciudad Reina, de forma organizada, con camisetas blancas, banderas de Estados Unidos en las manos y letreros abogando por una reforma migratoria integral.

En la tarde, en el parque, la multitud reverberó de emoción, con los cánticos del “Sí se puede” y las palabras de una mujer joven de rostro transparente.

Laura Ciudad, quien estaba vinculada a la Coalición Latinoamericana, una organización local de servicio a los hispanos, dijo a los asistentes: “ustedes están haciendo historia”.

Y se hizo historia, la ley Sensenbrenner fue enterrada en el Capitolio, tras las manifestaciones masivas, en las que participaron millones de personas a lo largo y ancho de todo el país.

Pero la ilusión murió, un año y dos meses después, el 28 de junio, al fracasar en el Senado el intento de legalizar a los indocumentados, mediante la ley de inmigración de 2007.

Desde ese tiempo, la presión antiinmigrante paso a paso fue más fuerte, como una epidemia se propagó el programa de deportaciones 297g y nació el de comunidades seguras.

Los antiinmigrantes comenzaron su ofensiva con regulaciones locales para impedir que los indocumentados pudieran tener acceso a vivienda en localidades de Pensilvania y Texas.

Posteriormente, produjeron como enlatadas para los estados las leyes antiinmigrantes que han sido firmadas por los gobernadores de Arizona, Alabama, Carolina del Sur, Georgia y Utah, cuya suerte ahora está en manos de la Corte Suprema de Justicia.

Cerca de la Navidad de 2010, se hundió el Acta de los Sueños, que no pasó por la indolencia de senadores republicanos y demócratas, de los que el Consejo Nacional de La Raza, publicó en periódicos un anuncio con sus fotografías y sus nombres, con la aseveración de que la comunidad no debe olvidar lo que hicieron.

La administración del presidente Barack Obama, que no logró impulsar la reforma migratoria cuando tenía mayoría demócrata en ambas cámaras, tampoco pudo sacar adelante el Dream Act.

Dentro de menos de medio año la atención mundial estará centrada en Charlotte, porque la formalización del proceso de reelección del presidente se hará en la Ciudad Reina, durante la Convención Nacional Demócrata, que concluirá con las luces de los reflectores en el Estadio de las Panteras.

Para los días de la convención se han programado veintenas de fiestas en Charlotte, pero ninguna actividad referente al problema que subsiste para los que no tienen papeles, y han visto sus familias separadas con el volumen de deportaciones.

Algunos dirigentes locales de la comunidad latina han estado cavilando sobre qué hacer para recordarle al presidente, que tiene una cuenta pendiente con los hispanos del país, que es la de cumplir su promesa de campaña de lograr una reforma migratoria integral que legalice a los indocumentados.

Se ha sugerido volver a convocar a la gente en una explanada local, para que nuevamente se movilicen con sus camisetas blancas, sus banderas de Estados Unidos y sus cánticos y letreros ingeniosos.

Lo que quieren es que alguno o algunos de los principales artistas hispanos ¿Maná? ¿Juanes? ¿Shakira? ¿Arjona? se hagan presentes para realizar el concierto de los sueños de 11 millones. ¿Será posible?

Tuesday, March 20, 2012

A Gabino Sánchez se le debe cumplir la promesa

Por Rafael Prieto Zartha

Sosteniendo firmemente en una mano el memorando que John Morton, director del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) firmó en junio del año pasado, con las guías de discreción judicial para establecer prioridades respecto a la deportación de indocumentados, el congresista Luis Gutiérrez se paró en los terrenos exteriores de la Corte de Inmigración de Charlotte, Carolina del Norte, con el propósito de abogar para que se pare la expulsión del país de un padre de familia mexicano.

Lucido como nunca, Gutiérrez espetó que Gabino Sánchez encarna las injusticias de este sistema roto de inmigración que convierte en víctimas a los trabajadores honestos. Sánchez, quien llegó a Estados Unidos siendo menor de edad, tiene una esposa indocumentada y dos hijos nacidos aquí en territorio estadounidense.

Como en el caso del protagonista de la película“Una vida mejor”, que interpretó el actor Demian Bichir, Gabino terminó en proceso de deportación por no poseer licencia de conducir.

Lo único es que la policía de la localidad de Ridgeland, en Carolina del Sur, se ensañó con el mexicano, al que paró en seis ocasiones y la última a la entrada del complejo de casas móviles que habita.

Gabino pagó cumplidamente más de 3 mil dólares en multas y gastos de corte, lo cual hizo que Gutiérrez enfatizara que se trató claramente de un caso de perfil racial. “Lo que sucede es que los policías, ya conocían a Gabino”, apuntó.

El abogado del mexicano, Marty Rosenbluth explicó que si se hubieran seguido las indicaciones del memorando de Morton, Gabino no estaría ad portas de una deportación.

El problema es que los oficiales de ICE consuetudinariamente se hacen de la vista gorda en relación a las órdenes de su jefe.

El memorando de Morton contiene 19 factores a considerar para ejercer la discreción judicial para evitar la deportación de gente que le está haciendo bien al país y para que los deportadores se enfoquen en la expulsión de extranjeros indocumentados criminales.

Entre las consideraciones está la edad en que llegó la persona a Estados Unidos, si alguno de sus familiares está en las fuerzas armadas estadounidenses, si tiene vínculos a la comunidad y aporta al bien común, si tiene hijos ciudadanos, si ha observado un buen comportamiento.

Pero tanto los agentes de ICE, como sus fiscales se pasan por la faja esas directrices.

Tras el memorando, la administración anunció la revisión de 300 mil casos de indocumentados a los que se les podría tener en cuenta para la discreción judicial.

Por eso en diferentes ciudades se están creando comités de las organizaciones de base para verificar si la acción administrativa prometida por el presidente para aliviar tanto dolor, tanta separación familiar se cumple, o es un fuego fatuo, que resulta trucho por la forma como la aplican los funcionarios de menor rango.

En Charlotte, la iniciativa la encabeza Jess George, una pelirroja, pecosa, de ojos verdes, con corazón hispano, que dirige la Coalición Latinoamericana.

Falta saber si los criterios ordenados por Morton, en el memorando, aplican para los programas de deportaciones 287g y Comunidades Seguras.

A Gabino le fijaron una nueva aparición en corte para el 15 de mayo. Si lo deportan, quedarán en entredicho las buenas intenciones del presidente, que recibirían la cachetada de la realidad.

Quejas sobre los “vaqueros de ICE” y sus prácticas fue las que recibió una delegación de la Casa Blanca, en Durham, también en Carolina del Norte, durante un foro, que impulsó la dirigente Andrea Bazán.

Entre las representantes de Washington estaba la abogada Esther Olavarría, quien trabaja ahora para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Esther, un sol de persona, luchó denodadamente por la fallida reforma migratoria de 2007 y su desempeño se puede ver en la cinta “El Trato de los Senadores”, que presentó la cadena HBO.

Olavarría, junto a la nieta de César Chávez, Julie Chávez Rodríguez, quien trabaja en la Casa Blanca, escuchó pacientemente los lamentos derivados del más de millón de deportaciones realizadas durante la presidencia de Obama.

Tuesday, March 13, 2012

Defender lo indefendible y la realidad de los números

Por Rafael Prieto Zartha

Para defender lo indefendible algunas personas esgrimen argumentos que pueden tener valor en el debate de las ideas pero que desafortunadamente no cuentan con el soporte de los hechos y los datos reales.
Debido a la crítica que le hice al locutor conservador Rush Limbaugh por los epítetos que usó contra la estudiante de leyes Sandra Fluke y sus calificativos para los indocumentados, hubo lectores que se tomaron el tiempo de dejar sus comentarios en la red virtual.
Positivo que haya existido una reacción y que se cuestione lo que uno escribe, sin embargo, preocupa que se lancen afirmaciones y cifras en público que carecen de precisión.
En el portal de AOL Latino, el internauta identificado como “abrines” escribió: “Acuérdese que fueron los republicanos los que dieron amnistía a doce millones de ilegales... (Ronald) Reagan. ¡Sus amiguitos demócratas lo único que hacen es sacar impuestos a los que trabajan para dárselos a los flojos que miran a la gente ir al trabajo y a mujeres que no les alcanza ni para el pan y siguen teniendo hijos como conejos!”.
“Abrines” tiene razón en que fue el presidente republicano Ronald Reagan el que firmó el Acta de Reforma y Control de Inmigración de 1986, con un Senado de mayoría republicana (53 a 47) y una Cámara de Representantes controlada por los demócratas (253 a 182).
En lo que si hay un error de “abrines” es en aseverar que la legalización se otorgó a 12 millones de individuos, dado que la cifra de beneficiados por la ley de 1986 no alcanzó ni siquiera al guarismo de 3 millones.
El mismo Centro de Estudios de Inmigración (CIS), que se opone a legalización de los indocumentados, registra en sus informes que la cifra de legalizados por el programa de amnistía general fue de 1.7 millones.
A ese dato se tiene que añadir el número de individuos que se acogieron al programa de trabajadores del campo, que fueron 1.3 millones.
Así, que en la afirmación de “abrines” hay un error de 9 millones de individuos, y es importante aclararlo, para que no se confunda el número de amnistiados en 1986, con la cifra de indocumentados que había en el país a mediados de la década pasada, y se forje otro mito inexacto al respecto.
Pero, con lo que menos concuerdo con “abrines” en el campo del debate es que al intentar defender a Limbaugh, quien usó las palabras “prostituta” y “mujerzuela”, para descalificar a Fluke, el mismo compare de forma sexista a algunas mujeres con los conejos.
Por su parte, el internauta autodenominado como “cjoseluiscz”
consignó también en el sitio de AOL: “Este patán de Rafael Prieto, quien debe cómo demócrata sin disimulo odiar a Rush (Limbaugh) con toda su retorcida alma liberal, aprovecha un comentario suyo desafortunado del que ya se disculpó para atacarlo sin piedad”.
El problema con el comentario de “cjoseluiscz” es que Limbaugh lanzó 46 ataques personales, en días diferentes, contra la estudiante de derecho, utilizando “sin piedad” los calificativos más infames y haciendo las sugerencias más retorcidas.
Limbaugh ofreció disculpas, apenas, por ‘’dos palabras’’, que Fluke no merecía por haberse presentado en el Congreso a solicitar que las píldoras anticonceptivas sean cubiertas por los seguros de salud.
La lección para Limbaugh y para todos es que ser una figura pública y vivir de lo que se habla tiene consecuencias.
Ya son 98 anunciantes los que le han comunicado a la cadena Premiere Radio Networks, que sindicaliza el programa de Limbaugh, que se retiran de colocar comerciales en el espacio del comentarista ultraconservador.
En la lista del éxodo de anunciantes de Limbaugh figuran grandes corporaciones como Ford, General Motors, Toyota, Allstate, Geico, Prudential, State Farm, McDonald’s y Subway.
Las mujeres están logrando, lo que los proinmigrantes no intentaron respecto al locutor que ha insultado a los indocumentados con adjetivos de todo calibre.

Tuesday, March 6, 2012

Rush Limbaugh: el precio de la grosería

Por Rafael Prieto Zartha

Todo indica que al locutor conservador de radio, Rush Limbaugh, se le fueron las luces con los comentarios que hizo acerca de la estudiante de leyes de la Universidad de Georgetown, Sandra Fluke, a quien calificó de “prostituta”, después de que la chica acudió al Capitolio para abogar que el gobierno de cobertura a los anticonceptivos que utilizan las mujeres.

Independientemente, de que el debate sobre el uso de la píldora es uno que lleva individualmente a las creencias de cada mujer, lo dicho por Limbaugh ante su vasta audiencia es repugnante.

“¿Qué se puede decir de la universitaria Susan Fluke [sic] que se presenta ante un comité del Congreso y básicamente dice que hay que pagarle por tener sexo? ¿En qué la convierte eso? La convierte en una mujerzuela, ¿no es cierto? La convierte en una prostituta. Quiere que le paguen por tener sexo. Está teniendo tanto sexo que no le alcanza el dinero para pagar los anticonceptivos. Quiere que usted y yo y los contribuyentes le paguemos para que ella tenga sexo”, fue la narrativa de Limbaugh.

Pero, no solo eso, Limbaugh instó a la estudiante de derecho que diera a conocer públicamente vídeos íntimos.

“Si vamos a pagar por sus anticonceptivos, y por tanto pagar para que (Fluke) tenga sexo, queremos algo en contraprestación. Queremos que publique los videos en internet para que todos podamos ver”.

Fluke cursa tercer año de derecho y fue presidenta del grupo Estudiantes de Derecho de Georgetown en Defensa de la Justicia Reproductiva. Su presencia en el Congreso se debió a una invitación a dar su testimonio ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes.

La condena a las palabras de Limbaugh ha provenido de todos los frentes. Del presidente Barack Obama, que se comunicó con la alumna de leyes para expresarle su solidaridad, de integrantes del Partido Republicano, que usualmente son áulicos de Limbaugh, y principalmente de las mujeres, que indignadas han decidido llamar a un boicot contra el comentarista radial.

Tal parece que la campaña está dando resultado y Limbaugh, ya reculó ofreciendo disculpas a Fluke. Pero esto solo pasó después de que varias corporaciones anunciaron el retiro de los comerciales de los que se sostiene Limbaugh.

Lo que está en juego para el locutor es la terminación de su contrato por 400 millones de dólares, que firmó en 2008 y culmina en 2016.

Limbaugh es la personalidad de la radio con mayor audiencia en el país, lo escuchan de lunes a viernes, durante tres horas del medio día, cada semana, más de 15 millones de personas.

El locutor reconoció una adición a las drogas, pero ha condenado el consumo de narcóticos.

En el tema de inmigración no ha podido ser más displicente y sarcástico.

En los noventa, antes de convertirse en uno de los paladines en contra de los inmigrantes indocumentados, dijo: “déjenles los trabajos que no requieren habilidades especiales, déjenles los tipos de trabajos que no requieren absolutamente ningún conocimiento - dejen que los mexicanos, estúpidos y no preparados, hagan esos trabajos”.

En 2006, Limbaugh llamó a los indocumentados “especies invasoras” y los comparó con “moluscos”. Ese mismo año dijo que “los inmigrantes mexicanos no tenían disposición para el trabajo”, agregando que son un “elemento renegado” y “potencialmente criminal”.

En 2009, falsamente afirmó que los indocumentados iban a estar cubiertos en plan de salud de Obama y en 2010, expresó que los indocumentados eran “un ejército invasor que usa nuestros servicios y toman nuestros trabajos”.

En 2011, preguntó si las autoridades médicas habían publicado alguna vez una historia sobre de los peligros de adquirir enfermedades al acostarse con ilegales.

Dado que el sector proinmigrante no ha intentado callarlo, yo espero que la valentía de las mujeres lo logre.