Drop
the i-Word
Por Rafael
Prieto Zartha
Los
soñadores de la ciudad donde vivo se anotaron otro triunfo. Lograron que el
semanario alternativo en inglés Creative Loafing, de Charlotte, Carolina del
Norte, dejara oficialmente de utilizar el término “ilegal” para definir a los
indocumentados.
El anuncio de la decisión del Creative, lo hizo la
publicación copando totalmente la portada de su más reciente edición, que está
ilustrada con las siluetas de los “dreamers” y las camisetas con el logo de la
campaña “Drop the i-Word”.
El periódico dedicó el editorial y varias páginas interiores
al tema con opiniones diversas sobre el uso de la palabra “ilegal” en el debate
migratorio.
El grupo de jóvenes United 4 The Dream o Unidos por el
Sueño, que cuenta con el respaldo de la Coalición Latinoamericana, la
organización hispana más antigua de Charlotte, ha persuadido a personalidades y
medios de comunicación de la ciudad que eliminen ese vocablo.
Entre los convencidos han estado: el comentarista de radio de la estación WFAE, Mike Collins, el
congresista Mel Watt, la comisionada del Condado de Mecklenburg y aspirante al
Congreso, Jennifer Roberts, y los concejales de Charlotte LaWana Mayfield y John
Autry.
Sin embargo, las protestas públicas para modificar el uso de
“ilegal” por parte del diario en inglés más prominente de la zona The Charlotte
Observer, y las estaciones de televisión del área todavía no han surtido
efecto.
Los medios en español de Charlotte sin necesidad de códigos
de estilo y sin excepción y de forma espontánea usan el término indocumentado
para referirse a quienes carecen de un estatus migratorio autorizado en Estados
Unidos.
Las luchas por el uso de palabras apropiadas para definir
comunidades y nacionalidades no son nuevas.
México y los mexicanos decidieron que su país y su gentilicio
se escribieran con x y no con j, como sería lo “lógico” por el efecto de sonido
que daría esa mayúscula.
La comunidad afroamericana decidió llamarse así después de
años de ser definida como “negra” o de “color”.
Lo que se denomina “political correctness” no es una actitud
de censura para vocablos, sino un proceso evolutivo del idioma, en el que los
actores de un debate presionan para definir una identidad.
La campaña “Drop the i-Word” es una iniciativa nacional del
sitio de internet Colorlines y del centro de investigaciones Present.
Los promotores de la campaña esbozan tres razones principales para que los medios
de comunicación y las figuras políticas erradiquen la palabra ilegal: Porque es
deshumanizante, racista y no es precisa.
Además, aseveran que el término promueve la discriminación y
es el caballito de batalla de organizaciones antiinmigrantes como NumbersUSA y
la Federación Americana por la Reforma Migratoria (FAIR), que se oponen a la
legalización de los indocumentados. Esas dos organizaciones y el Centro de
Estudios de Inmigración (CIS) han tenido el respaldo de John Tanton un
oftalmólogo y activista antiinmigrante vinculado al eugenismo, un movimiento
que promueve la teoría de que la raza blanca es superior.
En octubre del año pasado la Sociedad de Periodistas
Profesionales (SPJ) emitió una resolución para que los periodistas y medios de
comunicación se abstengan de usar el vocablo ilegal.
Hace
años la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) había pedido que no
se estigmatice a los indocumentados con esa palabra despectiva, añadiendo el
ingrediente de que es “gramaticalmente incorrecta”. En 1994, hace 18 años la
NAHJ la Asociación de Periodistas Negros (BJA), la Asociación de Periodistas
Asiático Americanos (AAJA) y la Asociación de Periodistas Nativos Americanos
(NAJA), firmaron una resolución conjunta
contra el uso de “ilegal” e “ilegal alien”: “Esos términos son considerados
peyorativos no sólo por aquellos a los que se les aplica sino por mucha gente
del mismo origen étnico y nacional que está legalmente en Estados Unidos”.
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