BITACORA

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Wednesday, January 30, 2013


Félix Sabatés y la paradoja del sueño americano

 Por Rafael Prieto Zartha

 Si hay un individuo que personifica el triunfo en Estados Unidos, es el multimillonario de origen cubano, Félix Sabatés, quien llegó al país siendo un adolescente y superando todos los obstáculos se convirtió en una de las personas más acaudaladas de Carolina del Norte.

La historia de Sabatés comienza con una niñez opulenta en Cuba, antes de la revolución, y pasa a un exilio en Estados Unidos, a los 15 años, a donde llegó literalmente con una mano atrás y otra adelante.

Siendo el mayor de siete hermanos, le tocó trabajar inicialmente lavando platos y ollas en un hospital, para después trabajar como un obrero en una fábrica de muebles para contribuir al sostenimiento de la familia.

La leyenda dice que estacionaba y lavaba automóviles en el aeropuerto de Charlotte, para posteriormente convertirse en vendedor de vehículos de un concesionario.

Poco tiempo después vendría la gloria. Sabatés se vincularía como vendedor de una empresa, de la que terminó siendo propietario.

Sabatés tuvo la iluminación para poner el mercado productos que marcaron historia en Estados Unidos, como los juegos de Atari, Pac Man, Nintendo y Super Mario Bros.

Igualmente, estuvo tras la producción y distribución de las computadoras Compac, como una alternativa al monopolio que ejercían los ordenadores de IBM.

La empresa llegó a tener más de 12 billones de dólares en ventas anuales.

Siendo ya un multimillonario, Sabatés, invirtió en el sector de los deportes, llevando a Charlotte algunos de sus clubes profesionales.

Fue coautor de la existencia de la franquicia del equipo de baloncesto de los Hornets de Charlotte, y después de los Bobcats. También impulsó al equipo de hockey de los Checkers.

Pero su pasión deportiva han sido las carreras de autos de NASCAR. La vinculación de Sabatés con lo óvalos data de la década de los ochenta y actualmente es copropietario de la escudería de Ganassi.

El cubando ha sido reconocido como un filántropo que ha hecho aportes a la Universidad de Elon y al Colegio Universitario Belmont Abbey, en Carolina del Norte.

Sabatés hace parte de varias juntas directivas de instituciones de salud y educación.

Registrado como republicano, fue el único latino presente en una cena de recaudación de fondos para una de las campañas del expresidente George W. Bush, en el centro de convenciones de Charlotte a la que acudieron más de mil donantes, que pagaron más de mil dólares por un paquete de papas fritas, unas nueces y dos pedazos de chocolate.

Lo entrevisté, sirviendo de “freelance” para Univisión, cuando contrató al piloto Juan Pablo Montoya, para que compitiera en NASCAR.

Nos llevó al camarógrafo Eduardo Chávez y a mi por los vericuetos del taller de su escudería, donde no había una gota de aceite en el piso que era de color blanco.

El año pasado en el inicio de la temporada de carreras de NASCAR, me dijo que la clave para atraer el mercado hispano a los autódromos era encontrando un piloto mexicano que fuera exitoso.

Este año volví al tour de NASCAR en Concord, y cuando llegué a la mesa, en que dialogaba con los periodistas, lo escuché hablar de su dura experiencia de su juventud, de la opresión que se vive en Cuba y de lo grandioso que es este país.

Dado que estaba tocando temas sociales, le pregunté sobre la situación de los jóvenes indocumentados amparados por la acción diferida, a los que el estado de Carolina del Norte les ha estado negando la expedición de licencias de conducir.

Le dije que muchos de esos muchachos tendrían 15 años, como los 15 que él tenía cuando llegó al país.

Me quedé de una pieza cuando me respondió que no tenían derecho a los permisos de manejar y que a sus padres los deberían deportar.

 

Tuesday, January 22, 2013


La reforma migratoria ya viene

 

Por Rafael Prieto Zartha

 

Los planetas parecen haberse alineando y todo lo que sale de Washington menciona la reforma migratoria.

Los activistas ya han anunciado que se proponen hacer un millón de llamadas al Congreso, entre febrero y marzo, para que la legalización de los 12 millones de indocumentados se haga realidad.

Se anticipa que en abril se efectúen movilizaciones nacionales, que culminen el 1 de mayo con eventos en todo el país.

Sectores conservadores de pastores evangélicos están solicitando que durante 40 días se ore, basándose en Mateo 25:31-46, para pedir por la reforma, rindiendo homenaje al forastero.

Horas después de haber sido juramentado privadamente como vicepresidente, Joe Biden dijo a los asistentes a una fiesta: “vamos a aprobar la reforma migratoria integral”.

Los programas especializados de las cadenas nacionales de televisión en inglés y español mencionan a la reforma migratoria, como una de las prioridades del segundo mandato de Barack Obama, junto a la economía y el control de porte de armas.

Y el mandatario dijo en su alocución, ante un millón de personas desde las escalinatas del Capitolio: “Nuestro viaje no está completo hasta que encontremos una mejor manera de dar la bienvenida a los esperanzados y luchadores inmigrantes que todavía ven en Estados Unidos la tierra de las oportunidades, hasta que los brillantes estudiantes y los ingenieros sean enlistados en nuestras fuerzas de trabajo en lugar de ser expulsados de nuestro país”.

Los entendidos hablan del proyecto migratorio del senador republicano Marco Rubio.

Los llamados “pundits” especulan si la reforma migratoria se presentará a pedazos o como un solo paquete.

Los interesados favorecen lo que más les conviene: que se incluya la llegada de mentes brillantes, que se requieren trabajadores agrícolas, que se necesita mano de obra no calificada, que los soñadores merecen ser legalizados.

Los soñadores, que han sido la luz y el alma del movimiento por la reforma, de forma generosa han escogido luchar por sus familiares y conocidos, para definir el tipo de reforma que quieren, en lugar de optar solo por ellos.

Los soñadores, los “dreamers”, que le han puesto el frente han considerado a sus padres como parte fundamental de esa reforma, que está más pulpa que nunca para germine.

Esos muchachos han tenido la enjundia para ponerse de tú a tú con legisladores federales y con la campaña del hoy reelegido presidente.

Han sido protagonistas de actos de desobediencia civil, en oficinas públicas y en las mismas calles del país, realizando tercos plantones.

Se han dejado arrestar en las vías públicas, y en hasta en sesiones legislativas, que han transmitido en vivo y en directo con su sabiduría tecnológica.

No han dado el brazo a torcer y han movilizado en cuestión de minutos al país entero para evitar la deportación de sus pares y sus padres.

Son los duros, que forzaron que el gobierno lanzara la acción diferida, que los protege de la expulsión y han logrado que la discreción procesal se aplique a los suyos para evitar que los saquen del país.

Pero aún en un ambiente propicio para un cambio, que ojalá de una vez por todas resuelva el problema migratorio existen los saboteadores de oficio.

Por ejemplo, está el llamado estratega republicano Adolfo Franco, que solo abre la boca para incordiar. Es de los que no ha entendido que la filosofía extrema de su partido fue derrotada el 6 de noviembre pasado, y que en lugar de despotricar, debería contribuir a que haya una solución migratoria amplia, que permita que el partido del elefante regrese al poder en el futuro.

Por supuesto que ahí están, como él, los recalcitrantes, los intolerantes, los extremistas, que espero, perderán la partida.

Wednesday, January 16, 2013


La infamia del DMV con los soñadores

 Por Rafael Prieto Zartha

Lo que está haciendo la División de Vehículos Motorizados de Carolina del Norte (DMV), con los soñadores protegidos por la acción diferida ordenada por la administración del presidente Barack Obama es miserable.

La política adoptada de suspender la emisión de licencias de conducir a los “dreamers” es un acto de patética cobardía, sazonada con salsa de la discriminación.

El sitio de internet de la división, adscrita al Departamento de Transporte de ese estado, era claro en señalar que entre los documentos básicos para lograr un permiso de manejar están el seguro social y el permiso de trabajo, asegurados por la acción diferida a los soñadores.

No obstante, a alguna mente torcida le dio por hacer consultas extras, con el propósito de perjudicar a los muchachos.

Así surgió la carta firmada el 10 de septiembre por el excomisionado de la división Michael Robertson, que solicitó concepto al procurador Roy Cooper, sobre la validez de entregarle las licencias a los dreamers. Y la ineficiencia de Cooper salta a la vista, dado que han pasado cuatro meses sin que se pronuncie oficialmente al respecto.

Ante el silencio del procurador, a los funcionarios antiinmigrantes del nuevo gobernador republicano, Pat McCrory, se les ocurrió tomar una medida administrativa para dejar sin licencias específicamente a los soñadores, clasificando sus permisos de trabajo como inaceptables.

De esta manera, Carolina del Norte se sumó a la lista de estados mezquinos: Arizona, Iowa, Michigan y Nebraska, que han cortando las alas los soñadores, al vedarles la posibilidad de conducir vehículos.

Qué contraste con Nevada, donde el gobernador republicano Brian Sandoval ordenó a su Departamento de Vehículos Motorizados expedir las licencias con una explicación lógica: Si el permiso de trabajo que se da a los soñadores es emitido por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), entidad que pertenece al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), este es un documento con el suficiente valor para conceder los certificados de manejo.

Lo que han entendido, además de Nevada, California, Florida y Connecticut, es que a los soñadores se les ha otorgado un estatus temporal para permanecer en el país mediante una orden del ejecutivo, que se debe respetar. Por eso no hubo oposición en esos estados para la emisión de los permisos de conducir para los dreamers.

Las organizaciones de estudiantes indocumentados de Carolina del Norte están recomendando a los soñadores que continúen aplicando para la licencia de conducir, dado que “de facto” muchos la recibieron cuando el DMV había optado inicialmente por entregar el documento sin restricciones.

El cambio de mente se dio después de que la portavoz del DMV norcarolino, Marge Howell, había dicho al periodista Franco Ordoñez, de la cadena de periódicos McClatchy, que los dreamers recibirían el permiso de conducción.

Los soñadores han respondido a la medida que le conculca el privilegio de manejar como una declaración de guerra del estado de Carolina del Norte y de la administración de McCrory.

La acción de los subalternos del nuevo gobernador cae en una grosera discriminación, por parte de funcionarios de una dependencia estatal que en su ineficiencia todavía no se ha enterado que el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), desapareció desde el 1 de marzo de 2003.

Casi una década después, las referencias de documentos requeridos para los solicitantes extranjeros de licencias de manejo, nombran al INS como una agencia viva en la página virtual de DMV.

Y en una respuesta a una pregunta mía, la vocera del DMV norcarolino confundió el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), que expide los permisos de trabajo, con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), que se dedica a las deportaciones.

El DMV es ignorante sobre los cambios que han ocurrido en las entidades federales, pero increíblemente hábil para fregar a los soñadores.

Tuesday, January 8, 2013


Gutiérrez & Gutiérrez: la fórmula para 2013

 
Por Rafael Prieto Zartha

 
Hace casi un mes, el 12 de diciembre, Día de Nuestra Señora de Guadalupe, la Virgen de los Inmigrantes, tuve la oportunidad de dialogar separadamente con dos personajes que seguramente harán historia en 2013.

Se anticipa que el dúo dos será protagonista del milagro que esperan 12 millones de indocumentados hispanos y la mayor parte de la comunidad latina.

Ambos son los impulsores de la reforma migratoria integral en sus respectivos partidos, Luis Gutiérrez, el congresista demócrata de Illinois, y Carlos Gutiérrez, exsecretario federal de Comercio, de filiación republicana.

El advenimiento del posible milagro de la legalización de los indocumentados operó en noviembre con la votación de 12 millones y medio de latinos, que transformaron la visión que se tenía en el país del poder político de los hispanos.

En 2001, Luis, el congresista fue el primer legislador de la Cámara Baja que respaldó el Dream Act, el proyecto de ley para arreglar la situación migratoria de los estudiantes indocumentados, que había sido propuesta en el Senado por el demócrata Dick Durbin y el republicano Orrin Hatch.

Desde entonces, Luis, de origen puertorriqueño, se convirtió en el paladín de los inmigrantes y de su legalización en el Capitolio, una convicción que lo ha llevado hasta ser arrestado en las propias puertas de la Casa Blanca.

Por su lado, Carlos, el exsecretario de Comercio, hizo parte del gabinete del presidente George W. Bush. Entre 2006 y 2007 fue un ‘‘embajador’’ del exmandatario en el Capitolio para lograr la reforma migratoria, que desafortunadamente murió en el Senado, el 28 de junio de2007.

Todos recuerdan al exsecretario como el principal escudero del expresidente Bush para la legalización de los indocumentados y su fogosidad reciente en pro de la reforma migratoria, se dio tras la fallida aspiración a la presidencia del excandidato republicano Mitt Romney.

Pese a haber asesorado al exgobernador de Massachusetts, en algunos aspectos de su campaña Juntos con Romney, el exsecretario, quedó convencido que el talón de Aquiles del excandidato republicano había sido su posición intolerante sobre inmigración y el lenguaje contra los indocumentados durante las primarias de su partido. Para él, el tono hostil antiinmigrante alienó el voto hispano, incluso el de los conservadores latinos.

Tras la derrota, el exsecretario constituyó el Súper Comité de Acción Política: Republicanos por la Reforma Migratoria, que respaldará a los políticos que favorezcan la legalización de los indocumentados y un cambio integral en las leyes migratorias del país.

El congresista Gutiérrez calcula que cuenta con 175 votos demócratas de los 218 que se requieren para aprobar la reforma en la Cámara de Representantes. Así, que está buscando entre 45 y 50 congresistas republicanos que voten por la reforma.

Esa tarea no es sencilla y se requiere la colaboración de todos, ejerciendo presión.

Quienes hasta ahora, han sido exitosos en perseguir sus sueños y lograrlos han sido los soñadores que forzaron al gobierno, tras la toma de sedes de campaña demócratas, que les otorgaran la acción diferida, que suspendió sus deportaciones. Los muchachos han sido unos maestros en el manejo de las redes sociales y en las campañas masivas de envío de mensajes para impedir expulsiones y proteger a sus pares y a padres de familia.

Se tiene que seguir su ejemplo y actuar con premura cuando se requiera efectuar el cabildeo virtual, con mensajes de texto o correos electrónicos. Las organizaciones proinmigrantes ya se han estado preparando para desarrollar el cabildeo general, que culmine con la aprobación de la reforma. Pastores evangélicos han pedido que el proyecto se presente en los 92 días tras la posesión de Obama.

Ojalá el propósito se cumpla con el concurso de la fórmula Gutiérrez & Gutiérrez por la reforma migratoria en 2013.