BITACORA

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Tuesday, December 18, 2012


El debate de la venta de armas de fuego 2

 

Por Rafael Prieto Zartha

 

Hace menos de seis meses, el viernes 20 de julio, un nerdo solitario entró a un cine de Aurora, Colorado, donde mató a tiros a 12 personas y dejó heridas a 58, en el estreno de una película de Batman.

El pasado viernes 14 de diciembre, otro solitario, Adam Lanza cometió otro acto inexplicable, que rompe todos los esquemas. Después de matar a su madre, ingresó a la Escuela Elemental, Sandy Hook, de Newtown, Connecticut, donde roció a tiros  a angelitos de 6 y 7 años. El saldo: 20 menores muertos y seis adultos.

Cuando ocurrió el incidente en Colorado, escribí una columna de la que reproduzco una gran porción, por su vigencia.

No creo que los padres de la patria tuvieran la intención de promulgar la Segunda Enmienda a la Constitución, con el propósito de que los habitantes del país pudieran adquirir, como si fuesen caramelos, los sofisticados rifles de asalto del Siglo 21 con los que se cometen espantosas masacres.

La Segunda Enmienda fue propuesta en 1789 durante el Primer Congreso, reunido en Nueva York, y proclamada en el 15 de diciembre de 1791, en el Segundo Congreso, que tuvo como sede a Filadelfia, donde se aprobó la Carta de Derechos, que corresponde a las 10 primeras enmiendas a la Constitución. Para ese tiempo, el país comenzaba a vivir la paz, después de haber experimentado una cruenta guerra de independencia, que duró ocho años, entre 1775 y 1783, en la que los revolucionarios de las primeras 13 colonias derrotaron al Imperio Británico. El alzamiento contra los ingleses había sido protagonizado primordialmente por milicias de campesinos, que antes y después de las hostilidades, utilizaban sus armas de fuego para cazar animales para su sustento y defenderse de las bestias salvajes. Las armas de fuego que se usaban en la época eran mosquetes que se alimentaban con cargas de pólvora, con las que solo se podía hacer un disparo a la vez. Los soldados más avezados apenas lograban hacer tres disparos por minuto.

El concepto de que el pueblo tuviera armas de fuego tenía un razonamiento de parte de los padres de la patria: que en cualquier momento los ingleses podrían regresar a recuperar el territorio. Y esa premonición se hizo realidad en 1812, en un conflicto que duró dos años, en el que los británicos redujeron a cenizas a Washington, la recién estrenada capital estadounidense.

Pero ningún padre de la patria vio funcionar un rifle de asalto con capacidad de hacer 60 disparos por minuto, al adaptarle un magazín especial. Para cazar un venado no se requiere un arma que lanza tal cantidad de proyectiles en tan corto lapso de tiempo.

De acuerdo con el diario Philadelphia Daily News, el país ha vivido desde 2007, por lo menos 20 matanzas significativas con armas de fuego.

Apenas el 30 de junio, un individuo hizo disparos contra un café en el distrito universitario de Seattle, en el estado de Washington, asesinando a 5 personas.

El 8 de enero de 2011, en un centro comercial de Tucson, en Arizona, un hombre provocó la muerte de 6 personas y lesiones a 13, entre ellas a la excongresista Gabrielle Giffords.

En 16 de abril de 2007, un estudiante abrió fuego en la Universidad de Virginia Tech, en Blacksburg, matando a 32 personas e hiriendo a 17.

El 20 de abril de 1999, en Littleton, Colorado, dos alumnos de la Escuela Secundaria Columbine, asesinaron a 12 de sus compañeros y a un maestro, además de dejar decenas de lesionados.

Dos días antes de la matanza en Newtown, en Portland, Oregón, otro solitario disparó en un centro comercial, asesinando a dos personas.

En el debate público ha quedado nuevamente la facilidad de adquisición de las armas de fuego. Como dije antes: no creo que las armas no sean necesarias, si uno tiene que proteger la vida ante la amenaza de un criminal bruto, pero las masacres ponen en tela de juicio su utilidad real. No hay que temerle a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y reglamentar el porte con sensatez.

Tuesday, December 11, 2012


La muerte del Comité Selecto en Inmigración

 

Por Rafael Prieto Zartha

 

En Carolina del Norte se disolvió el pasado jueves 6 de diciembre el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Papel del Estado en la Política de Inmigración.

En la sesión más breve, de las cinco que sostuvo en el año que operó, simplemente se leyó una cuartilla y un cuarto de sus conclusiones y recomendaciones, que reflejan que el problema migratorio debe ser abordado con más sensatez, que con el hígado recalcitrante de los antiinmigrantes.

También mostró que la realidad del nuevo panorama político, tras las elecciones de noviembre pasado, hace obrar milagros.

Terminó la sesión y el representante Frank Iler, quien presidió el Comité, y que en octubre de 2011 había prometido medidas radicales contra los “ilegales”, se sentó a escuchar la propuesta del grupo Jesus Ministry de Charlotte, para explorar la posibilidad de otorgar licencias de manejo a los indocumentados.

Parecía el mundo al revés, como si en un año se le hubiera dado vuelta a la tortilla.

Con paciencia, Iler oyó los argumentos de la dirigente Maudia Meléndez, sobre la necesidad de dar permisos de conducir a quienes no tienen papeles, de los beneficios económicos para el estado: más de cien millones de dólares; y de las restricciones para que gente de otros estados no se aprovechen de la situación, por ejemplo presentar la declaración de tributación de impuestos en Carolina del Norte y las planillas federales.

Además, el requisito de que los aplicantes pasen una prueba de antecedentes criminales con el FBI.

Lo cierto es que en diciembre de 2011, cuando se efectuó la primera sesión del finado comité, un encuentro como el de Iler con Jesus Ministry y sus pastores evangélicos era impensable.

Iler se había pronunciado como el paladín de “no darle la bienvenida a los ilegales a Carolina del Norte”.

El representante había sido copatrocinador de los proyectos de ley para prohibir que los estudiantes indocumentados pudieran ingresar a los colegios comunitarios y las universidades del estado, y eliminar la matrícula consular mexicana como una de las identificaciones aceptadas en Carolina del Norte.

El legislador había señalado que el comité debía buscar la forma de aplicar leyes que ya se habían propuesto en otros estados del país contra los “ilegales”.

Lo que se preveía era la implantación de un monstruo de ley en Carolina del Norte, tipo Arizona, con los agregados de las leyes de Alabama, Georgia y Carolina del Sur.

Comenzaron las sesiones del comité, el 7 de diciembre del año pasado, con la intervención de los alguaciles más duros de Carolina del Norte, en el edificio de la Legislatura en Raleigh: Terry Johnson, del condado de Alamance y Sam Page, del condado de Rockingham.

Page pronunció la frase famosa: “Usted tiene mayores posibilidades de que lo parta un rayo que ser deportado, siendo un inmigrante ilegal en este estado y en este país”.

A esta perla, dicha cuando del país habían expulsado un millón de indocumentados desde 2008, se agregaron cifras cocinadas por las organizaciones antiinmigrantes para mostrar a los indocumentados como una carga.

Pero vinieron las sesiones de enero, febrero y marzo, y las cargas se ajustaron, cuando los legisladores de Carolina del Norte aprendieron que los indocumentados tienen prohibido solicitar todo tipo de ayuda federal, por ley. Funcionarios estatales y dirigentes de organizaciones se encargaron de iluminar con evidencias a los representantes.

Incluso vino la osadía de los soñadores de hacerse arrestar en una de las reuniones y transmitir en vivo, por internet, la detención.

Finalmente no hubo ley monstruo para Carolina del Norte y los legisladores recomendaron fundamentalmente que el gobierno federal debe encargarse de resolver el problema migratorio. Un triunfo para los inmigrantes.

Tuesday, December 4, 2012


Una despedida migratoria vergonzosa

 

Por Rafael Prieto Zartha

 
La despedida en materia de legislación migratoria de los veteranos senadores republicanos salientes Jon Kyl, de Arizona, y Kay Hutchison, de Texas, fue vergonzosa y constituye la respuesta menos indicada y más desafortunada a la votación de los latinos en las recientes elecciones de noviembre.

Pretendiendo congraciarse con los hispanos, los legisladores republicanos decidieron proponer la ley ACHIEVE, como una alternativa al Acta de los Sueños o Dream Act, con la particularidad que no lleva a los soñadores a ser ciudadanos jamás.

Como premio de consolación, Kyl dijo que los soñadores podrían lograr la ciudadanía eventualmente casándose.

Gaby Pacheco, la soñadora que caminó de Miami a Washington DC abogando por la legalización de los estudiantes indocumentados, y que en su recorrido fue desafiada por hasta por el Ku Klux Klan, calificó la propuesta de Kyl y Hutchison, como “insultante”.

No es de extrañar que los dos legisladores no entiendan que a los latinos y mucho menos a los soñadores no se les puede contentar con migajas.

Respecto a inmigración los dos integrantes salientes de la Cámara Alta han demostrado tener una actitud terca e insensible.

Kyl y Hutchison ostentan una calificación de B+, por parte de la organización antiinmigrante NumbersUSA, por su desempeño, en el Capitolio, contra la “inmigración ilegal”.

En 2006, Kyl copatrocinó un proyecto de ley para resolver el problema migratorio, que proponía que los indocumentados salieran del país durante cinco años, y tras el lustro de ausencia se les diera la oportunidad de aplicar para ser residentes o trabajadores huéspedes.

Una visión similar fue expresada por Hutchison en 2007, durante el debate que concluyó con el hundimiento del proyecto de ley de reforma migratoria en el Senado.

Ideas como la ley ACHIEVE, que se vende con el lindo nombre de “asistir a los niños y ayudarlos a mejorar su educación y valor para empleo”, no sirven cuando la intención no es tratar a los beneficiados con respeto.

Crear con los soñadores una subclase de habitantes del país, sin derechos es estúpido, dado que los “dreamers” han crecido entonando el himno y recitando el juramento a la bandera de las barras y las estrellas.

Los republicanos tienen que escuchar al exgobernador de la Florida Jeb Bush y al exsecretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, que entienden que extender la mano a la comunidad hispana tiene que ser un acto sincero, sin restricciones y ofreciendo garantías a seres humanos del siglo 21.

Proyectos locos, como el de 2011, de la senadora estatal de Texas, Debbie Riddle, de aplicar una ley para deportar a los indocumentados de su estado, pero exceptuando a las empleadas del servicio doméstico y los jardineros, son ofensivos.

Ese mismo tono injurioso tiene la propuesta ACHIEVE, que podría en últimas perjudicar a dos millones de soñadores.

La reconquista del voto latino conservador no se logra colocando pañitos de agua caliente o curitas sin suficiente adhesivo al problema migratorio, se hace abordando el asunto de forma integral.

Cada vez son más las voces conservadoras que piden una reforma migratoria integral. El Foro Nacional de Inmigración (NIF), ha estado convocando a pastores evangélicos, oficiales policiales, empresarios y expertos en leyes tributarias para que iluminen a las huestes republicanas en pos de la reforma.

En la segunda mitad del Siglo 19, el Gran Viejo Partido (GOP) tuvo la valentía de arriesgarse a favor de los esclavos negros. ¿Por qué no va a tener el mismo coraje de optar por una comunidad, de la cual puede lograr el afecto de un sector considerable?

El camino es sencillo, tiene que aplicar los 12 Pasos para Asegurar Nuestras Fronteras y la Inmigración Legal, esbozados por la organización Somos Republicans de Arizona.

Tuesday, November 27, 2012


La reforma migratoria implica responsabilidades

Por Rafael Prieto Zartha

 Hay un dicho que dice que “no es bueno ensillar antes de traer las bestias”, es decir celebrar antes de que las cosas se hagan realidad.

No obstante, el panorama se pinta auspicioso para la reforma migratoria integral: los demócratas quedaron con mayoría en el Senado y a escasos votos para negociar con el sector de los republicanos de pensamiento amplio, la aprobación de la ley de legalización de los indocumentados.

Es factible conseguir los 60 sufragantes para evitar que el proyecto de ley sea saboteado, ahora que los senadores republicanos John McCain, Lindsey Graham, Orrin Hatch, Jeff Flake y por supuesto Marco Rubio estarían eventualmente en la jugada.

En la Cámara de Representantes la situación se presenta más de cuesta arriba, pero lograr una votación mayoritaria por la reforma no es imposible.

Hay casi 30 congresistas latinos en la Cámara Baja y al ala intolerante del partido del elefante se le está atribuyendo la derrota del pasado 6 de noviembre.

Los recalcitrantes identificados con el Partido del Té ya no están retozando como hace dos años, porque el gigante dormido del voto hispano despertó y fue determinante en la elección del presidente y de legisladores federales.

Antes de las pasadas elecciones, el número de integrantes del Caucus de Inmigración, donde se reúnen los antiinmigrantes, no llegaban a 100, y en los comicios algunos resultaron defenestrados o se retiraron.

El guarismo mágico de los 218 votos debería ser alcanzable.

El presidente Barack Obama, debería alinear a rajatabla a todos los legisladores demócratas, de ambas cámaras, para que sufraguen a favor de la reforma y su promesa a la comunidad latina no se convierta nuevamente en un merengue a la puerta de una escuela.

La bancada republicana proreforma migratoria integral tendría que conseguir el mayor número de votos de sus copartidarios, para que el crédito de la aprobación de la ley tenga claramente el sello de algo definitorio en lo que intervino el partido, y lograr ampliar su base de electores hispanos conservadores.

 El proyecto de ley tendría que someterse cuanto antes y debe sacarse adelante,  ojalá para en verano del próximo año.

Eso sí, que no vaya a pasar como con la amnistía firmada por Ronald Reagan en 1986, con el respaldo de una Cámara de Representantes de mayoría demócrata, a en la que todas las partes incumplieron.

El gobierno, los políticos, los patronos y los propios indocumentados  fueron cómplices del fracaso de la reforma de los ochenta.

Todos se hicieron de la vista gorda, para no aplicar las sanciones contempladas en la ley.

Los rancheros pusieron el grito en el cielo cuando los agentes del difunto Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) iniciaron las redadas en los campos.

Los políticos abogaron para que sus constituyentes ricos no perdieran las cosechas y dejaran tranquilos a los pizcadores indocumentados. El fenómeno se repitió a lo largo y ancho del país hasta llegar a la situación que tenemos hoy.

En esta ocasión todos tenemos que cumplir y vamos a tragar tragos amargos, si queremos que los 11 millones de indocumentados sean legalizados.

La frontera tendrá que ser sellada, habrá probablemente más agentes, más guardias nacionales (los seis mil de la época de Bush), más aviones “fantasmas” no tripulados y un muro más alto y más largo.

En adelante, los trabajadores tendrán que llegar con visa e inspeccionados en un punto fronterizo o un aeropuerto. Su número tendrá que ser determinado por una junta que analizará el mercado laboral.

Los países exportadores de indocumentados tendrán que evitar el éxodo a cambio de la legalización de sus nacionales. La verificación de documentos para empleo será más estricta y los patrones sujetos a sanciones más severas.

La reforma migratoria implicará responsabilidades.

Tuesday, November 20, 2012


Fue la inmigración, estúpido

 Por Rafael Prieto Zartha

 El exsecretario de Comercio de la administración de George W. Bush, Carlos Gutiérrez, quien asesoró al excandidato republicano Mitt Romney en su fallido intento de llegar a la presidencia, regresó al futuro después de la debacle electoral para su partido el pasado 6 de noviembre.

Hay que recordar que el político cubanoamericano fue el principal escudero del gabinete de Bush para impulsar el proyecto de reforma migratoria integral, que murió el 28 de junio de 2007.

En una epifanía generada por el abrumador rechazo de los votantes latinos a la política antiinmigrante de Romney y la perspectiva de que el partido de los elefantes no vuelva al poder por alienar al electorado hispano, igual que ocurrió con los afroamericanos, Gutiérrez se ha transformado en el nuevo paladín de la reforma migratoria integral y en un defensor a ultranza de la comunidad hispana.

Está acusando a la ultraderecha de su partido de haber causado el desastre, por su intolerancia. Ya anunció la conformación de un Comité de Acción Política, Republicanos por la Reforma Migratoria, con el abogado Charlie Spies, que recaudó millones de dólares para Romney. La diferencia es que esta vez el dinero se usará para apoyar a políticos republicanos que respalden la reforma migratoria y atacar a los que la obstruyan.

Gutiérrez ha recorrido los programas de televisión de política, con un mensaje que se podría equiparar al de la campaña del expresidente Clinton en 1992, con el que logró la presidencia: “es la economía, estúpido”.

Así que: “Fue la inmigración, estúpido”,tendría que ser el lema simple del exsecretario de Comercio, para explicar la derrota de Romney y su ímpetu por la reforma.

Otros republicanos prominentes han reconocido la necesidad de sacar adelante un cambio integral en las leyes migratorias. El excandidato presidencial, John McCain; el senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham; el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner; el líder de la mayoría en la Cámara, Eric Cantor; el exgobernador de la Florida, Jeb Bush; y el congresista floridano Marío Díaz-Balart, esntre otros, se han pronunciado por una solución al problema.

Hay algunas cosas básicas que los republicanos tienen que entender para ganarse el corazón de los latinos conservadores, en esta oportunidad que se les presenta.

La mayoría de los hispanos detesta que a los inmigrantes que carecen de estatus migratorio se les llame “ilegales”, prefieren que los identifiquen como“indocumentados”.

Tampoco consideran sensible que a los trabajadores inmigrantes se les defina como “criminales”,si no han cometido delitos que ameriten ese calificativo, que en español, que se asocian con “homicidas”, “ladrones”, “violadores”, “corruptores de menores,“narcotraficantes” o “delincuentes comunes”.

La legalización de los trabajadores sin papeles debe contemplar una vía a la ciudadanía, para no crear una masa de gente residente de segunda clase en el país

A los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos, que por consiguiente son ciudadanos, no se les debe aplicar el rótulo de “niños ancla”, ni promover quitarles su derecho a ser estadounidenses.

No hay quienes no reconozcan que el inglés es el idioma del país, y que es necesario aprenderlo, pero oficializarlo solo busca conculcar derechos adquiridos para que sectores de la población comprendan asuntos fundamentales, en salud o leyes.

Los soñadores y los trabajadores agrícolas deben ser incluidos en la solución definitiva. Y por favor, no revisitar nunca el concepto de “autodeportación”

Se entiende que las medidas para asegurar las fronteras son necesarias y que tras una legalización, quienes ingresen al país lo tendrán que hacer bajo las normas migratorias, de acuerdo con el mercado laboral.

Entre tanto, un grupo de pastores evangélicos pidió en Washington, que la reforma comience a debatirse 92 días después de la posesión de Obama y yo estoy esperando “los regalos”, que según Romney, me envió el presidente por ser hispano y minoría.

Tuesday, November 13, 2012


Romney se autodeportó de la Casa Blanca

 Por Rafael Prieto Zartha
 
Han pasado los días, pero fue algo inmemorable. Después de vivir una noche cargada de emociones por el subibaja de los resultados de los votos electorales estado por estado, de rojos a azules y viceversa, ya en la madrugada del miércoles 7 de noviembre vino la calma.

La tranquilidad se dio cuando el candidato republicano Mitt Romney reconoció la derrota y posteriormente el presidente Barack Obama pronunció el discurso de victoria de reelección.

Entonces estuve pasando canales, de las cadenas de habla hispana a las angloparlantes, hice el recorrido por CNN en español, Telemundo, Univisión, NTN 24 y de pronto salió en CNN en inglés, Ana Navarro, analista republicana, que trabajó hace cuatro años en la campaña de John McCain, con el comentario más agudo de la madrugada.

“Mitt Romney perdió esta carrera en las primarias. El se autodeportó de la Casa Blanca”,dijo la analista política de origen nicaragüense, como ratificación de algo que los resultados de los comicios hicieron evidente: la retórica antiinmigrante del candidato republicano le costó la presidencia.

La encuesta de Latino Decisions-ImpreMedia y el desglose de sondeos a boca de urna del Centro Hispano Pew, confirman la aseveración de Navarro, los hispanos no deglutieron entera la enchilada de los anuncios en español de la bondad de Romney, y recordaron la insensibilidad del exaspirante presidencial en el tema migratorio y le pasaron la factura votando abrumadoramente por la fórmula demócrata de Obama-Biden.

Latino Decisions-ImpreMedia concluyó que los latinos sufragaron en el universo nacional: 75 por ciento por Obama y 23 por ciento por Romney.

Por parte de los hispanos, en los estados en disputa, las cifras fueron avasalladoras a favor del presidente reelecto: 87 por ciento en Colorado, 82 por ciento en Ohio, 80 por ciento en Nevada, 72 por ciento en Carolina del Norte, 66 por ciento en Virginia, 58 por ciento en Florida. En otros estados, la preferencia del voto latino por el presidente fue también arrolladora: en Massachusetts, donde Romney fue gobernador y tenía su sede de campaña la diferencia fue de 89 por ciento en pro del presidente, contra 9 por ciento para del empresario multimillonario. En California Obama ganó 78 por ciento, en Texas 70 por ciento y en Nuevo México 77 por ciento.

El análisis de las cifras de la encuesta de salida de precintos de CNN por parte del Centro Hispano Pew señaló que el respaldo de los votantes hispanos para el presidente Obama en el ámbito nacional fue de 71 por ciento contra 27 por ciento a favor de Romney.

El sondeo concluyó que 77 por ciento de los votantes latinos favorecen la legalización de los indocumentados y el 18 por ciento se pro de su deportación.

La encuesta de Latino Decisions-ImpreMedia indicó que para los votantes hispanos de Arizona y Carolina del Norte el tópico más importante es inmigración.

En Carolina del Norte, donde yo vivo, 50 por ciento de los electores latinos se pronunciaron por el tema migratorio como el más trascendental.

En 2008, Obama ganó el estado por 14 mil votos, pero esta vez lo perdió por 96 mil. Yo estaba confiado en que la movilización en las zonas urbanas y el voto temprano impulsarían al presidente a ganarlo, pero pudieron más los prejuicios contra el mandatario y los inmigrantes.

La administradora de la gasolinera, donde pongo combustible, todavía cree que Obama es musulmán y nació en Kenia. La cajera del supermercado donde compro los víveres sostiene que a los jóvenes indocumentados los dejan estudiar gratis en los colegios comunitarios del estado, cuando en realidad tienen que pagar matrículas como si fueran foráneos. Un vecino había colocado una calcomanía en su auto, en la que aparecía un niño haciendo pipí y el pozo llevaba un nombre: Obama.

Menos mal que algunos republicanos sí han entendido a lección, han llegado a un estado de sensatez, y ya están hablando de atraer el voto hispano y de la necesidad de aprobar una reforma migratoria integral.

Tuesday, November 6, 2012


El último jalón

 Por Rafael Prieto Zartha

 Inesperada fue la aparición desgraciada de Sandy, ese monstruo, que en los últimos días de octubre, dejó una estela de muerte y destrucción en el Noreste del país.

El huracán, degradado a tormenta, provocó, además del saldo fatal en vidas humanas, zonas urbanas y rurales inundadas, viviendas destruidas e incendiadas, millones de hogares y negocios sin energía eléctrica, y daños a la infraestructura de metrópolis y pueblos costeros.

Sandy puso de rodillas a 15 estados y al Distrito de Columbia, generando emergencias en al menos una planta nuclear y en una zona de Maryland que quedó cubierta de aguas fecales, al impactarse una procesadora de desechos residuales.

Hace más de dos décadas viví en la capital del mundo, la vibrante Nueva York, de la que tengo recuerdos imborrables.

Tras ver por la televisión: los túneles anegados, las estaciones del metro cubiertas de agua, el aislamiento aéreo, las evacuaciones de los hospitales, y los barrios en llamas, en la noche en plena actividad de Sandy, leí en Facebook, mensajes de amigos y parientes radicados en la zona de la Gran Manzana que me conmocionaron.

“Sandy me ha mantenido en la oscuridad por cerca de una hora... No puedo decir que no es como estar desconectado del resto de la humanidad”, escribió, mi amigo Miguel Pérez, excolumnista del New York Daily News y del Bergen Record.

“En esta área de Teaneck, NJ, se cortó hasta la electricidad que proveía el Hotel Marriot con su propia planta”, contó Víctor Javier Solano, mi excompañero, expresentador de CBS Telenoticias

Y Memes La Rotta, una parienta querida, del pueblo colombiano de Paipa, de donde yo soy, describió la situación con evidente preocupación: “¡Da miedo mirar por la ventana! ¡Los vientos están enfurecidos! ¡OMG!.

Yo, que sobreviví terremotos en Los Ángeles, huracanes en Miami y una tenebrosa y larga tormenta de nieve en Washington DC, confié en que nada malo le podría pasar a los míos en Nueva York.

Igualmente he pensado que mis amigos de las montañas de Carolina del Norte, también saldrán avantes de la nevada provocada por el choque de Sandy con frentes fríos.

Antes de que Sandy empezara a causar estragos en el Norte, el presidente Barack Obama suspendió campaña y se afincó en la Casa Blanca, para apersonarse de la situación como mandatario de la nación.

Para aminorar los efectos de la ausencia del fragor electoral, Mitt Romney, transformó un evento de campaña en un acto de recaudación de vituallas y enseres para los damnificados por el fenómeno atmosférico.

No sería sincero si no confieso que al ver la destrucción de los puentes, de los diques, de los muelles, de las autopistas, no pensé en el tema electoral, que es inevitable, aún en medio de la tragedia.

Las proyecciones de los daños causados por Sandy varían en la cifras, pero todas apuntan a que el saldo será de miles de millones.

La firma EQUECAT, que se especializa en asesorías económicas debido a catástrofes, señaló que el impacto económico podría llegar a los 20 billones de dólares (en inglés).

Siempre he creído que es correcta la vía escogida por el presidente Obama de estimular la economía al dar trabajos en la reconstrucción de la infraestructura de la nación.

Eso fue lo que hizo Franklin Delano Roosevelt para sacar al país de la Gran Depresión en la década de los treinta del siglo pasado.

No es dándole gabelas a los ricos como se solucionan los problemas del país. No es dándoles estímulos económicos para que terminen enviando sus empresas y los empleos a China, o destruyendo corporaciones para luego revenderlas u ocultando millones de dólares en paraísos financieros del Caribe.

Las elecciones son el próximo martes 6 de noviembre y hay que echar el último jalón. Los que puedan deberían votar anticipadamente.

Necesitamos en la Casa Blanca, a alguien que de verdad, tenga por principios la concepción de reparar lo destruido por Sandy.

Tuesday, October 23, 2012


Unos comicios cruciales
Por Rafael Prieto Zartha

Hasta el sábado 3 noviembre son las votaciones tempranas en Carolina del Norte, el estado en que yo vivo, para unas elecciones en las que de verdad, y no es una frase de cajón, está en juego el futuro del país y el de la comunidad hispana radicada en Estados Unidos.

Además de Carolina del Norte, en otros 31 estados y el Distrito de Columbia se permiten las votaciones anticipadas.

En Iowa comenzaron a votar el 27 de septiembre, así que no hay excusas para no participar en estos comicios cruciales.

Al final del martes 6 de noviembre sabremos quién ocupará la Oficina Oval de la Casa Blanca, con dos candidatos que han proyectado dos planes totalmente diferentes para el manejo de la Unión Americana.

De un lado está: quién quiere darle más subvenciones de impuestos a los más acomodados y del otro quién propone que los más ricos paguen unos impuestos equivalentes al porcentaje que paga el resto de la población.

En una esquina está el que paga 14% en impuestos siendo un multimillonario y del otro el que responde con más de 20%, no siendo un multimillonario.

En un lado está el que dice que no le importa el 47% de los habitantes del país, a los que considera unos mantenidos, incluyendo jubilados, abuelitas, veteranos de guerra, y trabajadores que aportan al fisco, pero las normas tributarias los eximen del pago.

En el otro está quien ha querido que todos los estadounidenses tengan seguro de salud y no se mueran por falta de asistencia médica.

Para los hispanos está el exgobernador Mitt Romney, con su política de autodeportación, con sus declaraciones en contra de una reforma migratoria integral, con su negativa clara en las primarias a la legalización de los estudiantes indocumentados, con su promesa de veto al Acta de los Sueños, con su asesor Kris Kobach, autor de la ley de Arizona y el resto de legislaciones antiinmigrantes estatales y locales.

Y ahí está la plataforma republicana en forma de puño contra los inmigrantes indocumentados, a los que les promete no darles una segunda oportunidad en la faz de estas tierras.

Para los hispanos está el presidente Barack Obama, con su promesa no cumplida de una reforma migratoria integral y con el millón y medio de deportados, pero también está ahí su esfuerzo por hacer pasar el Acta de los Sueños en 2010, está el lanzamiento de la acción diferida que suspende la deportación de casi dos millones de estudiantes indocumentados.

Y ahí está la plataforma demócrata ofreciendo un ramo de olivos a los indocumentados y la promesa de buscar la aprobación de una reforma migratoria.

Para mí no hay dudas, los latinos debemos votar por el presidente Barack Obama, para que el sueño de 11 millones de inmigrantes legalizados se haga realidad.

Tanto el Centro Hispano Pew, como la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados (NALEO), proyectaron que el guarismo de votantes hispanos elegibles para votar en 2012 se acercaba a los 24 millones.

No obstante, ambas organizaciones calculan que el voto latino apenas superará los 12 millones de electores.

Cuando ocurrió la Convención Demócrata en Charlotte, durante un encuentro promovido por la revista National Journal, Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO, confirmó un dato aterrador: en Texas los latinos votan 25 por ciento menos que el promedio del electorado general y en California la baja es del 10 por ciento.

Dialogué sobre el tema con dos texanos, el congresista saliente Charlie González y la soñadora Benita Veliz, quien fue traída al estado siendo niña.

Para González el reto está en convencer a la juventud y Veliz apunta que se están haciendo esfuerzos para revertir la tendencia mediante las redes sociales.

El caso es que si los electores jóvenes hispanos votaran en masa en Texas, el estado pasaría de ser rojo a azul.

No hay excusas para la indiferencia de los electores nacidos aquí, y es inaceptable que haya latinos naturalizados que no voten.

Convertirse en ciudadanos de este país no solo significa disfrutar del privilegio, sino cumplir con el deber mínimo de votar.

Wednesday, October 17, 2012


Gracias Lorraine

 Por Rafael Prieto Zartha

Por fin se tocó el tema migratorio en los debates presidenciales. Y de qué manera. Porque quedó claro quién, aún después de haber incumplido, todavía contempla como parte de su plan de gobierno una reforma migratoria integral, y quién piensa cerrarle el camino a los indocumentados que ya están radicados en el país.
En el auditorio de la Universidad de Hofstra, ubicada en Hempstead, Long Island, en el estado de Nueva York, donde el presidente Barack Obama y el aspirante republicano protagonizaron un combate vibrante de posiciones e ideas, de pronto surgió la pregunta de una mujer joven de origen salvadoreño, Lorraine Osorio.
La interrogante de Lorraine fue dirigida al exgobernador de Massachusetts: “Señor Romney, ¿qué planea hacer con los inmigrantes que no tienen tarjetas verdes, que actualmente están viviendo aquí como miembros productivos de la sociedad?”.
Romney, que había trastabillado en la pronunciación del nombre de Osorio, se mantuvo firme en su posición antiinmigrante.
Después de recordar que su padre nació en México y el padre de su esposa Ann, en Gales, se despachó estas perlas: “No daré amnistía para aquellos que han venido aquí ilegalmente”. “Pondré a funcionar un sistema de verificación de empleo y aseguraré que los empleadores que contraten gente que ha venido aquí ilegalmente sea sancionada”. “No daré licencias de conducir a esos que han venido aquí ilegalmente”.
Durante su turno, Obama explicó las medidas agresivas que tomó para asegurar las fronteras y llevar los cruces del borde al nivel más bajo en 40 años, así como el plan de deportar como prioridad a los indocumentados criminales que a los trabajadores que no le hacen daño a la sociedad, lo cual se ha quedado más en buenas intenciones que en realidades.
Entonces, el presidente denunció la política de la autodeportación de Romney, sus pronunciamientos de campaña -durante las primarias- de vetar el Dream Act, y de elogiar la ley de Arizona, de pedir documentos por presunciones, como un modelo para el país.
Romney trató de aminorar los golpes del presidente, diciendo que él no había dado apoyo integral a la ley de Arizona, sino solo a la porción relativa a la verificación.
Obama contestó con una evidencia innegable: el autor de la ley de Arizona es el asesor de inmigración de Romney.
Durante el intercambio, el presidente defendió su decisión de dar la acción diferida a los estudiantes indocumentados y se refirió a los que carecen de estatus migratorio, como indocumentados, mientras Romney los llamó ilegales.
A Obama se le crucifica por no haber logrado la reforma migratoria, y la culpa es de él.
Su justificación es la falta de cooperación del bando republicano, para aprobar cambios en las leyes migratorias.
La realidad es que en la instancia más significativa, el respaldo republicano fue nimio, y ocurrió a finales de 2010 con el Dream Act.
El 8 de diciembre, la Cámara de Representantes aprobó el Acta de los Sueños con 216 votos a favor y 198 en contra. Un total de 208 demócratas favorecieron la medida, y 8 republicanos los acompañaron. En contra votaron 160 republicanos y 38 demócratas descarriados.
El 18 de diciembre, la ilusión de convertir el Dream Act en ley murió en el Senado. 52 demócratas estuvieron por la medida, junto con 3 republicanos. En contra sufragaron 36 republicanos y 5 demócratas, que han sido calificados de “traidores”.
Para que la medida fuera discutida y aprobada se requerían 60 votos a favor.
Hacer matemáticas es sencillo, los números están ahí para que los juzgue la historia. Hubo un mayor guarismo de demócratas que apoyaron el Acta de los Sueños en las dos cámaras, y ese es el indicador de la cooperación que ha recibido el presidente de los legisladores federales republicanos.
Obama ganó el debate en Hempstead, un enclave de la comunidad salvadoreña, ojalá gane las elecciones y ojalá ésta vez cumpla, contra viento y marea.

Tuesday, October 9, 2012


Perdió Venezuela, pero ganó Miami

 Por Rafael Prieto Zartha

 Siempre desconfié que el exteniente coronel, Hugo Chávez, entregara el poder después de gobernar a Venezuela durante más de 13 años.

Lo que no alcanzo a digerir es la ventaja con que logró a superar al candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski. De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE): ¿54% a 45%?, con millón y medio de votos por delante.

Diría mentiras si negara que el “malpensante” no me hizo un guiño en el cerebro, cuando segundos después del informe en vivo por televisión del CNE, sobre tendencia irreversible, comenzaran a tronar los fuegos artificiales en Caracas y los partidarios del comandante colmaran la plazoleta frente al balcón presidencial del Palacio de Miraflores.

Después vino la concesión magnánima de Capriles y su frase histórica “para saber ganar, hay que saber perder”.

Acerca de los logros de los casi 14 años de gobierno de Chávez y su socialismo del siglo 21 tengo una visión sesgada. Las cifras y los hechos no me dejan pensar de otra manera: Durante el mandato del hombre de la Quinta República han ocurrido 170 mil asesinatos y Venezuela es uno de los países más corruptos del planeta, de acuerdo con Transparencia Internacional.

¿Acaso no son funciones de un presidente garantizar la vida y la seguridad de los ciudadanos?

¿Acaso no es responsabilidad de un mandatario velar para que los dineros y recursos del país no sean administrados de forma espuria?

Y el mismo ídolo de Chávez, el Libertador Simón Bolívar lo sentencia desde la tumba con un pensamiento fulminante que expresó hace casi dos siglos: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”.

Lo ocurrido del 7 de octubre de 2012, proyecta que Chávez gobernará durante seis años más a los venezolanos, lo que lo llevaría a ocupar el poder por un total de 20.

Bajo el prisma con que regularmente analizo los acontecimientos, que es lo que tiene que ver con la comunidad hispana de Estados Unidos, mi conclusión es que con el resultado de los comicios venezolanos perdió Venezuela, pero ganó Miami.

No tengo la menor duda, que veremos dentro de pocos meses y en los próximos años un nuevo éxodo de venezolanos hacia Estados Unidos, cuyo primer punto de asentamiento será el Sur de la Florida. Después tendrán otros destinos, como Nueva York, Los Ángeles, Houston, Boston, Washington DC y por supuesto Charlotte, mi ciudad, donde hoy ocupan puestos de liderazgo en el espectro de la comunidad hispana en general.

Durante los últimos diez años, la población venezolana se ha casi triplicado en Estados Unidos. El censo de 2000 contó poco más de 90 mil y el último reporte, correspondiente a 2011 proyecta que son casi 250 mil.

El asentamiento de venezolanos ha sido positivo para los lugares donde se han radicado. Han traído progreso a ciudades como el Doral y Weston.

Los venezolanos en Estados Unidos han creado empresas y se desempeñan como profesionales, entre otras, en industrias como las de los hidrocarburos, la banca y los medios de comunicación. La Oficina del Censo señala que 48% de los adultos tienen títulos universitarios y solo 6% no completó la secundaria.

Lo hecho por la comunidad venezolana de Florida, Georgia y las Carolinas para ir a votar a Nueva Orleans, ante el cierre del consulado de Miami, marca un hito de civismo.

Ojalá los venezolanos, naturalizados estadounidenses, le pongan el mismo empeño a las elecciones presidenciales de noviembre, aquí en Estados Unidos. Y ojalá, también, como comunidad reciente, pero bendecida con cualidades privilegiadas, entienda que en este país hay grupos menos favorecidos, que necesitan compasión, solidaridad y apoyo: Hay 11 millones de indocumentados que requieren ser legalizados.

Vencer el “sifrinismo” es uno de los retos para algunos venezolanos en Estados Unidos, donde hay un camino e igualmente hay futuro.

Tuesday, October 2, 2012


Terry el terrible y el programa 287g

Por Rafael Prieto Zartha

 Ojalá el Departamento del Justicia (DOJ) le ponga por fin el tatequieto al alguacil Terry Johnson, del condado norcarolino de Alamance, con los abusos que ha estado cometiendo contra los inmigrantes indocumentados, escudado en el programa de deportaciones 287g.

El primer paso tangible que dieron las autoridades federales, fue rescindirle el acuerdo que autorizaba a sus agentes a actuar como oficiales de inmigración y suspenderle el acceso a la base de datos, que identifica a quienes se encuentran  sin estatus migratorio en el país.

Lo otro fue presentarle un memorial con los agravios que ha infligido a los hispanos,  documento que fue el resultado de una investigación que duró dos años sobre las prácticas del sheriff, quien ha pretendido con convertirse en el Joe Arpaio del Sureste de Estados Unidos.

El estudio de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia concluyó que Johnson violó los derechos constitucionales de hispanos, realizó detenciones sin órdenes judiciales, obstruyó una investigación judicial, falsificó expedientes, y practicó la discriminación racial contra los latinos.

El informe contiene la afirmación de que Johnson dio la siguiente orden a sus oficiales: “Si paran a un mexicano, no le escriban una citación, arréstenlo”.

Johnson se ha defendido diciendo que se trata de una guerra de la Administración del presidente Barack Obama contra autoridades locales.

El alguacil ha afirmado que todas son patrañas en su contra y sus abogados han declarado que rechazan un acuerdo negociado con el gobierno federal para que modifique su comportamiento y no llevarlo a los tribunales.

Pero Johnson es un viejo zorro, que desde que 2002 cuando se hizo cargo de la Oficina del Sheriff de Alamance no ha desperdiciado oportunidad para hacerle la vida imposible a los inmigrantes latinos.

En 2004, Johnson anunció una conspiración de los “ilegales” para votar fraudulentamente en las elecciones de noviembre de ese año y amenazó con buscarlos casa por casa.

Según Johnson, en una elección previa un candidato a la legislatura estatal había perdido los comicios por culpa de los “ilegales”. “Le garantizo que había más de 71 ‘ilegales’ registrados”, aseveró el aguacil, que finalmente desistió de sus planes de realizar la redada masiva contra los causantes potenciales de un proceso electoral espurio. No obstante, la alaraca del sheriff provocó una ola de pánico entre la población indocumentada de Alamance y los condados aledaños.

Después de que Johnson dialogó con Jim Pendergraph, el exalguacil del condado de Mecklenburg, donde se localiza Charlotte, sobre el programa 287g, e hizo el acuerdo con el gobierno federal en 2007, afirmó: “Es lo más grande que he hecho como sheriff”.

Y los resultados fueron evidentes: en diciembre de 2011, Johnson se presentó ante el Comité de Inmigración de la Cámara de Representantes de Carolina del Norte, para proclamar orgulloso que mediante el 297g había deportado a 1,800 “ilegales”.

Yo lo vi cuando dijo que “tenía que lidiar con criminales que eran ‘ilegales’ foráneos” y que los indocumentados le costaban al estado dos billones de dólares anuales, basando sus datos en estadísticas de la organización  antiinmigrante Federación para la Reforma de Inmigración (FAIR).

Durante su desempeño como alguacil Johnson se ha referido a los latinos como “cometacos” y ha cuestionado los valores morales de los mexicanos: “En México, no hay nada malo en tener relaciones sexuales con una niña de 12 o 13 años de edad”.

Detrás de la expulsión de los inermes indocumentados del condado de Alamance, estuvo la maquinaria formidable del 287g, que desde los nueve condados de Carolina del Norte, donde se ha aplicado, ha generado la deportación de 30 mil extranjeros.

El costo de haber operado el 297g en Alamance podría haber llegado, durante los 7 años de funcionamiento, a más de 28 millones de dólares y en Mecklenburg, en 8 años, a más 40: un dinero pesimamente invertido contra una población desamparada.